Postre totalmente recomendable para los amantes de las fresas, a todos en casa nos chiflan, no se cuantos kilos podremos comer en lo que dura la temporada. Normalmente las comemos lavadas y punto, no da tiempo a mas, pero de vez en cuando me gusta hacer algún postrecito con ellas.Éstos vasitos están buenísimos, meter la cuchara hasta el fondo y coger las tres texturas es una verdadera gozada. Además éste postre está especialmente dedicado y pensado para mi marido, ha sido su cumple y como no es mucho de dulces, mas bien nada, pues tenía que hacerle algo un poco distinto y que le gustara mucho, y así ha sido. Un postre perfecto para él: no muy dulce, con fruta de temporada y por supuesto con todo mi AMOR.
INGREDIENTES:250 gr de fresas
100 ml de vino de Jerez
3 cucharadas de azúcar
250 gr. de fresas
4 hojas de gelatina
3 cucharadas de azúcar
100 ml. de agua
250 gr. de fresas
1 brik pequeño de nata para montar
300 gr. de queso fresco batido 0% MG, en el mercadona
3 cucharadas de azúcar
Primero maceramos las fresas con el azúcar en el Jerez durante dos o tres horas, las escurrimos y reservamos.
Remojamos la gelatina en agua fría, en un cazo calentamos el agua, añadimos las fresas y el azúcar, las dejamos cocer a fuego lento unos 10 min., lo pasamos por la batidora y añadimos la gelatina bien escurrida, la movemos bien. Distribuimos la mezcla en los vasos y metemos a la nevera para que cuaje.
Trituramos las fresas con la batidora y las mezclamos con el queso fresco. Montamos la nata, añadimos el azúcar y la juntamos con la mezcla de queso y fresas con una espátula, despacio para que no se baje.
Cuando la gelatina ya esté firme echamos encima la mousse de fresa, las fresas maceradas y unas perlitas de chocolate para adornar. A la nevera otras dos horas.