Cuando era pequeña siempre llamaba puré de mantequilla al puré de patatas, así lo llamaba mi madre y siempre pensé que era porqué el sabor de la misma sobresalía del plato. Era uno de mis platos favoritos, pero no me gustaban otros purés de patata, sólo el puré de mantequilla que hacía mi madre. Tampoco me gustaba el puré de patatas con otra textura que no fuese la que se conseguía con el pasapurés. Con batidora me parecía muy baboso, aplastado con el tenedor (así se hacía en muchas casas) me parecía que tenía demasiados grumos y no era capaz de tragarlo. Sí, ya de pequeña era exigente con la comida, y eso que era de las niñas que comían de todo.
Ya de mayor, en el día a día empecé a sustituir la mantequilla por aceite de oliva en casi todos los platos que preparaba, y por supuesto también lo hice en el puré de patatas, y poco a poco dejó de ser uno de los protagonistas de mis platos favoritos.
Hace dos o tres años, coincidiendo con las Navidades, decidí volver a preparar el puré de patata con mantequilla, aunque esta vez combinado con manzana. Y volví a enamorarme de él. Desde entonces, aunque no lo hago muy amenudo, si tengo que prepararlo vuelvo a hacer el puré de mantequilla, sólo con patatas, o también con manzanas, o con unas nueces como tropezones.
Ingredientes:
1 kg de patatas 3 manzanas golden 75 gr. de mantequilla 1/2 l de leche Sal
Preparación:
Cocemos las patatas sin pelar durante 25' en agua hirviendo con sal.
Pelamos las manzanas, las cortamos en trozos y las rehogamos en la sartén con la mantequilla hasta que se queden doraditas. Añadimos un poco de agua de la cocción de las patatas y reservamos.
Pelamos las patatas y las pasamos por el pasapuré junto con las manzanas y añadiendo mientras la leche caliente, hasta que nos quede un puré cremoso pero con cuerpo.
Ideal para acompañar cualquier plato de carne, pero también es exquisito como primer plato.
Disfruto como cuando era niña cada vez que lo como ¡Ummm!
Bon appétit
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