Ahora que está tan de moda el perder peso a través de la ingesta de proteínas, no está de más que sepamos que son exactamente y que función cumplen en el organismo.
Quizá así podremos recordar que el cuerpo es una máquina que necesita estar en equilibrio para funcionar. Que toda estrategia acelerada de puesta a punto está bien y puede funcionar a corto plazo, pero que siempre va a necesitar recuperar esos hábitos regulares a largo plazo, que se generan con una alimentación adecuada, ejercicio y equilibrio mental y espiritual que emana de un estilo de vida saludable.
P
ues bien, muy brevemente, las proteínas son las que se encargan del mantenimiento estructural de nuestro organismo y originan el 20% de nuestro consumo calórico diario.
Están compuestas por la unión de aminoácidos y según las combinemos podemos generar distintos tipos proteínas que estructuran diferentes tejidos corporales.
Cuando se alcanza el límite de proteínas que las células pueden almacenar, el resto se trasforma en triglicéridos o glucógeno. Si se aumenta desproporcionadamente el número de proteínas de manera diaria en el cuerpo, por seguro que “el tanque” de proteínas tendrá pérdidas. Y además graves consecuencias, porque el organismo tiende a bajar los niveles de calcio por medio de la orina y esto favorece la aparición de osteoporosis, a parte de los riesgos hepáticos.
Tomar aportes extras de proteínas a parte de la dieta, es peligroso y debe ser controlado si se es deportista y se desea aumentar la masa muscular.