Revista Cocina
Me gustan mucho los dulces tradicionales de nuestros pueblos, recetas que hay que conservar porque aunque no encontremos en ellas ingredientes rebuscados, ni en ocasiones, como es el caso, medidas exactas, su resultado es delicioso y muy sano.
La receta proviene de la familia de Amparo, una amiga de mi hija Marta. En su familia se han hecho estos ricos rollos desde siempre, su abuela según me cuenta Amparo hacia unas fuentes enromes de estas delicias manchegas, y la madre de su abuela, y Juani, su madre, y seguro que ella también los hará.
Toman el nombre de la localidad de donde provienen Agramón, Albacete.
Por suerte la ha compartido conmigo, y yo con vosotr@s, para que no se pierda.
Es una rosquilla tierna, la podríamos comparar con un donut de pueblo porque es tan tierna y jugosa que se asemeja a estos pero obviamente con un sabor muy casero.
Estos rollos han de hacerse con una rosquillera, la masa es blanda, digamos que el punto es el similar al de la masa para una coca de llanda. Se fríen en abundante aceite de oliva y se rebozan en azúcar, tan sencillas y tan ricas.
Las medidas de la receta venían en vasos y con aquella frase temida de “la harina que admita”, yo he hecho la equivalencia a gramos y mililitros para facilitaros el trabajo, ya se sabe que siempre es más fácil si tenemos cantidades.
INGREDIENTES
1 vaso de azúcar (225 g)
1 vaso y medio de leche (300 ml)
½ vaso de aceite de oliva (100 ml)
3 gaseosas dobles (con sus dos papelillos)
Ralladura de un limón (sin la parte blanca que si no amarga)
Harina, la cantidad que admita (500 g)
PREPARACIÓN
En un recipiente hondo ponemos todos los ingredientes líquidos y batimos, vamos incorporando la harina poco a poco hasta terminar con ella y conseguir una masa sin grumos, de esta consistencia
Echamos las gaseosas y mezclamos hasta que se integre.
Ponemos una sartén con abundante aceite de oliva a calentar y vamos llenando la rosquillera de masa y friendo, se sueltan rápidamente de ella, doraremos, sacaremos sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite y rebozamos en azúcar.
Gracias Amparo y Juani por la receta y mil gracias a la abuela.