Rollos de naranja

Si me descuido no llego a preparar ninguna receta de navidad este año. La verdad es que me ha costado ponerme con ellas, pero bueno, aquí tenemos la primera. Unos deliciosos y aromáticos rollos, de los que saben a navidad de toda la vida, a hogar, a chimenea, a amasar con la familia y a degustar con un buen café después de la comida. Una receta tradicional que no puede faltar en ningún recetario familiar.
INGREDIENTES
400 ml. de zumo de naranja natural.
La ralladura de la piel de dos naranjas.
400 ml. de aceite suave o de girasol.
2 Cucharadas de canela.
400 g. de azúcar.
1.10 kg. de harina.
2 Cucharadas de levadura química.

1. Mezclamos el zumo de naranja con la canela, el aceite, el azúcar y batimos bien. Añadimos la harina y seguimos mezclando hasta conseguir una mezcla uniforme.
2. Añadimos la ralladura de naranja y  mezclamos hasta que se integre bien en la masa. Precalentamos el horno a 180ºC.
3. Sobre la bandeja colocamos papel de hornear. Vamos tomando porciones de la masa con las manos untadas en aceite y formando pequeñas bolas, las vamos colocamos sobre el papel, las chafamos un poco dando forma de galleta, clavamos en el centro el dedo y formamos un agujero en el centro. Las vamos colocando separadas entre sí ya que crecerán durante la cocción. Espolvoreamos con un poco de azúcar y horneamos unos 15 min. o hasta que comiencen a dorarse. Seguimos repitiendo hasta terminar con la masa.

La única pega que le podemos encontrar a estos rollos es que resultan un poco difícil de dar forma, para lo que os voy a contar un truco que descubrimos sobre la marcha, si amasamos con unos guantes de latex untados con unas gotitas de aceite, podremos dar forma a todos nuestros rollos sin ningún problema, un truco de lo más recomendable, ya me contaréis si os funciona tan bien como a nosotros.

Espero que os gusten estos rollos de textura abizcochada y que como os digo, son imprescindibles en nuestro recetario navideño y en estas fechas, aunque no descarto volver a prepararlos durante el año, ya que son una delicia que merece la pena tomar más a menudo.

Lo bueno de este tipo de dulces navideños, es que si los conservamos bien aguantan bastante en nuestra despensa, con lo que merece la pena preparar en cantidad y tenerlos para agasajar a nuestras visitas y familiares. Otra de las cosas buenas que tienen es que son aptos para veganos, ya que se preparan sin huevo, así que  nadie se va a quedar sin poder disfrutar de este delicioso bocado.