Roscos de gachamiga de Sabiote

Nuestro café de hoy viene acompañado por unos Roscos de gachamiga de Sabiote.

Es un dulce tradicional de esta localidad jiennense, realizados con una masa escaldada, es decir, que ha harina se «escaldada» al echarla de golpe en el agua y aceite hirviendo, (de ahí el nombre de «gachamiga») lo que hace que sufle y quede húmeda por dentro y crujiente por fuera.

Seguramente ya habrás pensado en otras preparaciones elaboradas de esta forma, como la famosa Pasta Choux con la que se preparan los profiteroles o petit choux. O los españolísimos buñuelos de viento y los churros.

Se preparan con aceite de oliva en lugar de mantequilla y en cada zona recibe un nombre diferente, como Roscos de viento, Roscos de gachas, o las famosas Almojábanas de Murcia y otras zonas del Levante español.

Se elaboran rápido y puedes terminarlos simplemente rebozados con azúcar, que al quedar secos por fuera no van a tomar mucha, o pintarlos con un glaseado o con un almíbar que después espolvorearemos con azúcar, para que se le «pegue» mejor.

Evidentemente, con esta masa puedes hacer buñuelos de viento o profiteroles y después rellenarlos con la masa dulce o salada que más te guste, pero te aseguro que estos Roscos de gachamiga de Sabiote te van a encantar, por su ligereza, su sabor y por el peligro de empezar y no parar.

Con esta cantidad te van a salir entre 25-30 roscos, así que, ponte el delantal y ¡sorprende a tu familia con un dulce extraordinario!

Como preparar los Roscos de gachamiga de Sabiote, paso a paso:

Ingredientes:

• 200ml de aceite de oliva virgen extra
• 500ml de agua
• 1 pizca de sal
• 300g de harina normal
• 6 huevos pequeños o 5 medianos
• 1 cucharadita de levadura química
• la ralladura de un limón
• azúcar para espolvorear
• Almíbar para pintarlos y que se le pegue mejor el azúcar (100ml de agua y 100g de azúcar)

Preparación:

Ponemos en una olla el agua y el aceite a calentarse, con la sal. Cuando comience a hervir, echamos la harina de golpe y removemos bien hasta que quede bien integrada. Dejamos que se enfríe.

Cuando esté templada o fría, echaremos la ralladura de limón y la levadura e iremos incorporando los huevos de uno en uno, integrando bien cada uno antes de añadir el siguiente.

Una vez terminada la masa, preparamos una bandeja de horno con papel de hornear e iremos poniendo cucharadas de masa del tamaño de una nuez. No las juntes demasiado porque luego crecen y se te van a juntar. Ahora nos mojamos un dedo en aceite de oliva y hacemos el agujero en el centro, dando forma de rosco.

Horneamos a 210º (el horno ya debe estar precalentado) durante unos 35-40 minutos, hasta que queden bien dorados.

Los sacamos y los pasamos por azúcar. Si ves que no se te pega, porque quedan crujientes y secos por fuera, prepara un almíbar a partes iguales de agua y azúcar, y pinta con un pincel de cocina un poco por encima. Espolvorea con azúcar y ¡a disfrutar!

En este blog encontrarás varias recetas de roscos tradicionales para tu merienda, pero te recomiendo los Rosquillos con molde, los Roscos fritos de sartén de Sierra Mágina, los Roscos fritos de naranja, o los Roscos fritos de anís. ¡QUE APROVECHE!

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