Sobaos pasiegos y moles (paso a paso)

Los sobaos pasiegos son un absoluto manjar.

El sabor recuerda la auténtico... lo artesano... lo tradicional... "lo nuestro".

Su sabor nos retrotrae, a aquellos desayunos o meriendas, que ya nuestras abuelas nos preparaban con ingredientes básicos y sencillos, pero no por ello menos importantes, que todos los muffins o cupkaques o tantos y tantos otros tipos de dulces que estamos empeñados en importar (y que también tienen su importancia), pero que parece que están cobrando más relevancia, que tantas joyas gastronómicas con las que a lo largo y ancho de nuestra península podemos disfrutar.
El sobao pasiego forma parte de la gastronomía cántabra, y por extensión, española,siendo uno de los productos más representativos de esa hermosa tierra. 

Su secreto, para poder disfrutar de un bocado exquisito, es contar con productos de primera calidad: una mantequilla lo más artesana posible, y a ser posible, que los huevos sean "de casa".


Yo tengo la suerte de contar con estos ingredientes de auténtica calidad,por lo que el resultado final de los sobaos, 
ha sido un auténtico éxito,de modo que, puesto que vamos a tener un largo puente, y quizás dispongáis de tiempo para meteros en la cocina, aquí os dejo la receta,
junto con un paso a paso de la confección de los moldes,que a final de cuentas, son los que verdaderamente llevan su tiempo, 
pero que si se dispone de él, 
el resultado final es una auténtica satisfacción.


Ingredientes



- 3 huevos- 250 g. de azúcar- 250 g. de mantequilla en pomada- ralladura de limón (*)- 1 cucharadita de ron (*)- 8 g. de levadura química- una pizca de sal- 250 g. de harina(*) Estos ingredientes son opcionales. La receta primitiva, los utilizaba, pero hay discrepancias sobre su uso. Yo puedo decir, que a nosotros nos gusta con ellos,  puesto que no predomina ninguna de los dos sabores, y complementan muy bien con el resto de ingredientes.


Preparación con Thermomix



- Poner en el vaso de la TH los huevos y el azúcar y programar 3m. - 37º - V. 4. Los huevos tienen que aumentar de volumen, y ver que ha quedado una mezcla blanquecina.

- Añadir la mantequilla en pomada, la ralladura de limón y el ron y batir de nuevo, hasta que todos los ingredientes queden bien mezclados, pero no batir en exceso para que los huevos no pierdan su volumen.

- Agregar la levadura, sal y la harina y batir nuevamente, pero sólamente lo necesario hasta ver que la harina está bien incorporada (unos 5 segundos en V. 5)

- Colocar los moldes en la bandeja del horno (para facilitar la labor y no tener que transportarlos una vez rellenos) e ir echando la masa en los moldes rellenando sólamente 3/4 partes de su capacidad, ya que por la acción de la levadura, aumentarán un poco.

- Meter en horno precalentado a 170º con turbo (si se tiene) arriba y abajo, unos 15 minutos, o hasta que al pinchar en el centro, se vea que ya están cocidos.

- Sacar y dejar enfriar en una rejilla metálica




Paso a Paso para confeccionar los moldes




Preparar la plantilla para los moldes siguiendo el siguiente esquema. Yo los hice de 13cm x11cm, pero lógicamente se pueden hacer mayores o menores.El papel que utilicé ha sido papel barba, que es un papel resistente y se encuentra con facilidad. No es necesario utilizar papel parafinado o encerado, ya que por la gran cantidad de mantequilla que contiene la receta, despegan con mucha facilidad.

Recortar.

Doblar hacia adentro la parte más larga.

Hacer lo mismo con la parte opuesta.

Y doblar por la línea de puntos, hacia afuera.

Doblar los extremos hacia adentro.

Desplegar la plantilla, y doblar los ángulos marcados en rojo...

... haciendo que coincidan perfectamente.

Doblar la pestaña resultante hacia atrás.

Y doblar de nuevo la solapa, por la zona punteada, hacia abajo.

De este modo el doblez queda seguro y reforzado 
y ya no de desdoblará ni deformará con el contenido de la masa.

Este es el molde terminado.
Una advertencia importante: el paso a paso lo hice por las marcas de tinta, para que pudiera comprenderse bien el proceso, pero a la hora de hacer los moldes definitivos, doblar por la zona que no esté marcada, para que la tinta no entre en contacto con la masa.