La receta de hoy quiero dedicársela a mi compañero de curro y amigo Rober, él se acordó de mi y me trajo un montón de castañas el fon de semana que estuvo hace poco en Zamora. Él es muy cocinillas y le gusta meterse en la cocina cuando tiene tiempo, algo que no es fácil teniendo tres hijos como tiene. Aún así, consigue tiempo para hacer ricos postres y buenos entrantes que siempre comparte conmigo en el curro. Por acordarte siempre de mi, gracias Rober, espero que te guste esta receta tan rica y que la hagas en casa.
INGREDIENTES
-dos solomillos de cerdo
-dos dientes de ajo hermosos
-media cebolla
-un puerro que no sea muy grande
-200g. de castañas ya peladas su primera piel
-pimienta molida
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Con dos solomillos hemos comido los tres, para que os hagáis una idea con las cantidades.
Lo primero, en la olla exprés ponemos como tres dedos de agua y la ponemos al fuego. Vamos pelando las castañas solo su piel exterior y las ponemos en la olla sin sal ni nada. Tapamos la olla y cuando la pirindola empiece a dar vueltas contamos diez minutos. Apagamos el fuego y dejamos que salga todo el vapor. Entonces abrimos la olla y ponemos las castañas en el escurre verduras y reservamos. En la tabla de madera ponemos sal y pimienta molida por todos los lados del solomillo.
En una sartén grande o una guisera ponemos como cinco cucharadas soperas de aceite o así a calentar a fuego fuerte. Cuando esté caliente ponemos los ajos sin pelar y los solomillos y tapamos con la tapadera altisalpicaduras.
Los tenemos tres o cuatro minutos por cada lado para que se doren bien por fuera pero que queden rosados por dentro pero no demasiado poco hechos. Cuando estén dorados ponemos un pelín de vino, movemos con el mango de la sartén, la apartamos del fuego y los reservamos.
En otra sartén mediana ponemos otras cinco cucharadas soperas de aceite más o menos a calentar en el fuego mediano y cuando esté caliente ponemos la cebolla y el puerro a rehogar y lo bajamos un poco para que no se tueste moviendo de vez en cuando. Ahora que se habrán templado las castañas las pelamos de su segunda piel y añadimos al sofrito de puerro y cebolla.
Movemos bien y dejamos rehogar unos minutos. Ponemos medio vaso de vino y un vaso de agua, sal y dejamos cocer a fuego suave cinco minutos.
Pasado ese tiempo ponemos la salsa en el vaso de la batidora y la batimos bien. Ahora ponemos otra vez los solomillos al fuego y cuando empiece a calentar vertemos la salsa teniéndolo todo junto unos minutos para que se junte bien la salsa con el jugo del solomillo que quedaba en la sartén.
En el momento de comer se saca el solomillo a la tabla de madera y se corta en rodajas no demasiado gruesas
y se sirve con la salsa bien caliente y una patata asada.