Llevo mucho tiempo sin publicar por dos razones; falta de tiempo y demasiadas ganas de comer dulces!!!!.
Cuando no dispongo de mucho tiempo y quiero preparar algún postre ligero para llevar a casa de mi familia o amigos, suelo pensar en una tarta de queso o quesada fácil. La de yogur es muy rica y sencilla, la podéis ver aquí. La kasekutchen es alemana y lleva una base de masa quebrada fina.La que publico hoy, no lleva nada de harina , por lo que si se prescinde de los polvos para budín, es apta para celíacos. Cambiaríamos los gramos de preparado para flan, por más maizena.
De textura muy esponjosa y húmeda, por las claras bien montadas y la falta de harina, desarrolla todo su sabor a las 24 horas. Mejor hacerla de un día para otro y conservarla en la nevera dentro del molde.
Si en vez de utilizar queso mascarpone le ponemos crème fraîche, le daremos un toque ácido que nos recordará a la verdadera tarta de queso americana.
Ingredientes para un molde de 20 centímetros de diámetro:
- 3 huevos
- 63 gr. de mantequilla blandita
- 125 gr. de azúcar
- 375 gr. de requesón
- 250 gr. de queso mascarpone o crème fraîche
- 1/2 sobre de polvos para budín de vainilla
- 1 cucharada de maizena
- Precalentar el horno a 180º.
- Enmantecar un molde desmontable con mantequilla y espolvorear con harina. Eliminar el sobrante y reservar.
- Separar las claras de las yemas.
- Batir muy cremosa la mantequilla y agregar las yemas poco a poco.
- Mezclar el mascarpone, el requesón y los polvos de budín.
- Montar muy bien las claras a punto de nieve y agregarlo con cuidado a la preparación anterior.
- Verter en el molde y alisar bien la superficie.
- Hornear entre hora, hora y media. A mitad de cocción recomiendo colocar papel de aluminio para evitar que coja demasiado color. A mí se me pasó un pelín. Me gusta más blanquita.