Esta semana tengo muchisimas cosas atrasadas y otras tantas que tengo en mente y que ya he anotado en mi lista de tareas... crece y crece. Empezamos nueva semana y con buenos propósitos.
¡Mi pequeño fiera ya ha cumplido 3 meses!, cómo pasa el tiempo, en dos días ya toca vuelta al curro y entonces sí que será duro con los horarios, la adaptación, organizarse con unos y otros... en fin, creo que todos los que teneis niños ya sabeis lo que es eso.
A mí me tocará volver a coger ritmo. El mayor ya tiene su horario más o menos establecido pero en cuanto yo empiece a trabajar se tendrá que alargar un poco más y el peque a ver si podemos aguantar algún mes antes de llevarlo a la guardería. Al menos que no empiece a cogerse catarros enseguida y que esté más cercano a la primavera, ya veremos...
Como veis en mi cabeza ya hay cosas de todo tipo, tanto domésticas como otras más divertidas relacionadas con la cocina y las fotos, que siempre sigo aprendiendo todo lo que puedo.
Esta semana pasada me ha dado mucha pena perderme algunos eventos, como mi querido Gastronómadas en Logroño, que es un grupo maravilloso, pero que de momento con el baby tendré que esperar a disfrutar estas cosas.
Bueno pues hoy os quiero explicar una tarta fabulosa que la tengo desde el verano pero que no puedo dejar pasar porque aquí es muy popular y está buenísima.
Una amiga me pidió una receta para esta tarta, porque la quería hacer para su cumple y claro, al picarme ya no pude menos que hacerla yo también.
Las fotos como veis son de una merienda campera donde nos la comimos y no quedó ni rastro, es muy fácil, así que tomad nota:
Ingredientes:
• Una lámina de hojaldre
• 1 cucharada de mantequilla
Para la crema pastelera:
• ½ litro de leche
• 3 yemas de huevo
• 1 huevo entero
• 40 gr de harina
• 15 gr de maizena
• 1 rama de vainilla
• 90 gr de azúcar (unas 8 cucharadas soperas)
Para rematar por encima:
• almendras picadas
Elaboración:
Preparamos el hojaldre de base:
1) Se unta un molde circular o uno desmontable con la mantequilla y se forra con el hojaldre. El molde no debe ser muy alto, porque luego va relleno.
2) Pinchamos la base con un tenedor, ponemos papel de horno o albal sobre la base del hojaldre y le colocamos como peso unos garbanzos o alubias crudas, para evitar que crezca.
3) Se mete en el horno precalentado a 200º unos 10 minutos máximo, o hasta que se empiece a dorar por los bordes (depende del tamaño de la tarta y el grosor del hojaldre). Al sacarlo retiramos las legumbres y el papel y dejamos enfriar.
Preparamos la crema pastelera:
4) Reservamos medio vaso de leche fría.
5) El resto de la leche la ponemos a calentar en un cazo a fuego bajo con la rama de vainilla (tambien se puede echar en su lugar un chorrito de esencia de vainilla).
6) En un bol aparte, mezclamos la harina con la maicena y el azúcar. Le añadimos el vaso con la leche fria que habíamos reservado y removemos para diluir bien (se diluye mejor en liquido frío).
7) En el cazo del fuego, retiramos la vaina de vainilla de la leche si es que la habiais puesto y a continuación vamos añadiendo poco a poco la mezcla anterior fría sin dejar de remover despacio.
8) Agregamos las yemas y el huevo uno a uno y seguimos removiendo hasta que vemos que va espesando la mezcla. El tiempo es relativo, hay que fijarse que nos quede espesito, tipo natillas, pueden ser unos 5 minutos. Lo retiramos en cuanto notamos que ya está un poco espeso y lo dejamos enfriar un poco.
9) Por último, se vierte la crema cuando todavía está templada encima del molde con el hojaldre cocido y se deja enfriar por completo.
Montaje de la tarta:
10) Una vez frío, hay que adornarlo con las almendras picadas por encima, espolvorear un poco de azúcar moreno y con la ayuda de un soplete se carameliza un poco.
También se puede adornar con nata montada o con caramelo, si os gusta de otra manera.
La meteremos en la nevera y se sirve fría.
Espero que os guste.