Sí, has leído bien, esto son unas deliciosas Torrijas de tomate con anchoas y queso
Ya os propuse en la receta anterior, a preparar una Torrija salada con jamón y queso pero hoy vamos a darle una vuelta más y en lugar de leche vamos a empaparla con agua de tomate.
Y es que si además, dejas que se impregne de la pulpa, la pones a la plancha fuerte, dejando que el tomate se caramelice al fuego, y la rellenas a tu gusto (yo he puesto anchoas y queso, pero puedes ponerle lo que se te ocurra), vas a tener un entrante brutal.
Ya os dije que en el siglo XV Martino da Como se refería a un pan jugoso que acompañaba a platos de carne, con lo que aquí no se inventa nada, ¡ya está todo inventado! Y puesto que las tostadas de pan con tomate, aceite y alguna proteína es algo que todos conocemos (y el desayuno jiennense por excelencia), ¿por qué no darle forma de torrija?
¡Ya estoy viendo cafeterías de Jaén cambiando las clásicas tostadas de tomate y aceite por estas torrijas saladas!… o puede que como pasó con la torrija anterior, algunas personas me tachen de hereje -¡la torrija es la torrija! ¡eso es una barbaridad!
Y es que la gastronomía a lo largo de su historia, ha experimentado transformaciones brutales, introduciendo productos y técnicas que la han mantenido viva, y han hecho que en cada casa se cocine un mismo plato de forma diferente. ¿Te atreves a probarla?
Cómo preparar esta Torrija de tomate con anchoas, paso a paso:
Ingredientes:
- 2 tomate maduros que sean jugosos
- 2 rebanadas de pan del día anterior
- sal y pimienta
- 2 anchoas grandes de buena calidad
- queso semi curado para rallarlo (o el que más te guste)
- hojitas de albahaca
- aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Pelamos y trituramos los tomates. Los volcamos en una fuente plana y colocamos las rebanadas de pan encima, dejando reposar media hora hasta que hayan absorbido todo el jugo del tomate. Les damos la vuelta para que se impregnen también de algo de pulpa.
Ponemos una plancha o sartén a calentar con unas gotitas de aceite de oliva virgen extra, y ponemos las torrijas a fuego medio-alto, para que se vayan tostando.
Cuando estén tostaditas, las sacamos y emplatamos, con una anchoa, le rallamos el queso elegido, y adornamos con unas hojitas de albahaca. Terminamos con un hilo de aceite de oliva virgen extra. ¡QUE APROVECHE!
No te voy a decir que acompañes este plato con una torrija clásica, o con un rollito de torrija relleno, ni siquiera con un trampantojo de torrijas, aunque si te gustan tanto como a mí, seguro que eliges cualquiera de ellas como postre.
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