En una esquina del microcentro porteño, abrió hace poco una confitería muy particular: el cartel de la marquesina está escrito con «pasto».
Como leen, pasto. Esta alto, así que no les puedo decir si es de verdad o sintético, pero es pasto.
Cuando te vas acercando a esa esquina, empezas a ver una vidriera llena de alegría, y si espias adentro, colores, comida tentadora, y muy linda decoración.
Y una vez adentro te enteras que Picnic está pensado para un almuerzo rápido, para no perder el ritmo de la city, pero con ingredientes órganicos y comida vegetariana.
La verdad, un hallazgo en esta zona, donde si queres tardar poco terminas optando por haburguesa, tostado o empanadas.
¡Viva Picnic! ¡Viva la variedad!