Como ya os contamos en su momento, pudimos disfrutar de un maravilloso fin de semana en el Valle del Jerte, cortesía de Soprodevaje tras valorar nuestra receta: "Níscalos y boletus asados con panceta, patatas y un toque picante" como ganadora de su concurso de recetas con setas.
Y allí, en el propio pueblo de Jerte, hicimos un maravilloso descubrimiento, un lugar que no tengo fácil describrir, porque no tengo muy claro qué es. ¿Un bar?, ¿un restaurante?, ¿una vinoteca?, pues sí, es todo eso a la vez y es mucho más.
Se trata de un local de reunión trans-generacional, dónde lugareños de todas las edades se juntan para disfrutar de una barra con deliciosas tapas, magníficos vinos por copas o refrescos y helados para los más jóvenes.Nos encanta ver en el mismo espacio a generaciones enteras de clientes de la misma familia interactuando, compartiendo su tiempo de ocio, viendo un partido de fútbol o tomándose el aperitivo endomingado de "después de misa".
No hicimos uso del restaurante, os aseguro que no fue por falta de ganas, sino de tiempo, ya que teníamos poco y varios compromisos, pero sí lo hicimos de la barra y os aseguro que fue un placer.
Pero, a mi lo que más me impactó fue ver los vinos que tienen a la venta, magníficas muestras de la enología extremeña y magníficos vinos de otras denominaciones de origen españolas. Nunca he visto en Madrid algo semejante, vinos de ese nivel a precios muy competitivos y que no están "recluidos" en bodegas o armarios bajo llave fuera del alcance del visitante, así que inmediatamente surge la pregunta: ¿hay una rotación suficiente como para mantener esos vinos?, ¿hay salida para un Vega Sicilia en Jerte?, pues sí, al menos así nos lo dijo el dueño y no tengo motivos para no creerle, pues parece ser un buen lugar para disfrutar del mejor vino al mejor precio.
Cuando veo cosas así, es cuando más echo de menos no vivir en un pueblo, pero claro, ¡un pueblo como Jerte!.