SIN MIEDO A COCINAR

Aún recuerdo el primer arroz que hice, sin la ayuda de mi madre -muy buena cocinera-. No fui precoz en el arte de cocinar. Tenía 15 años y huía de la cocina; pero aquel día mi madre tenía que estar con mi hermana en el hospital, y me encargó hacer la comida. Invité a mi amiga Juani, allá por 1977. Desde entonces, he ido aprendiendo poco a poco. Primero de mi madre, y después de tantas personas que he ido conociendo y admirando su cocina. Antes de unirme a la persona con la que vivo desde hace 23 años, fui apuntando en libretas -ahora amarillentas por el tiempo-, aquellas recetas de mi madre, y de mi abuela. Cuando me tocó a mí el turno de ser madre, me preocupé aún más por la comida casera, por la calidad, pensando en una buena dieta mediterránea. Ya llevaba tiempo interesándome por la gastronomía popular andaluza, por el valor nutricional de los alimentos, por los beneficios para la salud, etc. Y así, poco a poco, mi "cocina" fue creciendo conmigo y con mi familia. Ahora me gusta probar recetas nuevas y sabores. Voy cogiendo de aquí y de allí; recuperando lo que dejó en mí tal recuerdo y añadiendo sabores nuevos. Me gusta sorprender con algo diferente y me emociono cuando el final llega y compruebo que está bueno. Y me gusta compartirlo, y lo cuento a mi hermana, a mis amigas, etc. Me divierto. Y como me gusta compartir, quiero compartir contigo parte de lo que se cocina en mi casa. Todo lo que hay aquí lo he puesto en la mesa, en una fiesta, en una tarde de lluvia, o un regalo para alguien especial. Yo tenía miedo a cocinar, y he descubierto que sólo hay que tener voluntad, un poquito de amor a lo que se hace, un poco más de carió y después, le pones la imaginación que quieras. Con estas recetas NO HAY QUE TENER MIEDO A COCINAR, como no lo tuve yo aquel día de 1977, cuando me atreví a cocinar mi primer arroz, y fui valiente invitando a una amiga. ¡PRUEBA SUPERADA!. ¡quieres probar tú también? Pues acompáñame, será un viaje lleno de sorpresas, de sabores y olores. Un maravilloso viaje don de no aburriremos al paladar, ni a los sentidos, a los cinco sentidos. Todo esto con la humildad de saber que a mi alrededor hay magníficos y magníficas cocineras, de quienes tengo mucho que aprender. ¡que disfrutes!