Año Nuevo... vida más sana

Siempre que comienza un nuevo año, nos proponemos una serie de objetivos y cambios en nuestros hábitos de vida que, por una u otra razón, no siempre llegan a buen fin. Yo os propongo para este año que comienza mejorar nuestra salud a través de una serie de propuestas que fundamentalmente tienen que ver con la alimentación. Todos sabemos que una correcta alimentación redunda en una mayor esperanza de vida con mejor calidad de la misma. Una verdad indiscutible y que todos conocemos es que, en gran medida, somos lo que comemos por lo tanto es nuestra responsabilidad cuidar de nuestro cuerpo. Este año sí.

Aquí van mis propósitos de año nuevo para todos:

• reducir el consumo de sal; en adultos se recomienda un consumo máximo de sal de 5 g al día. Mayores cantidades de sal producen retención de agua en el organismo aumentando como consecuencia el trabajo de corazón, hígado y riñones así como hipertensión arterial incrementando el riesgo de sufrir enfermedades cerebrovasculares y cardiovasculares. Un gran aliado para reducir el consumo de sal son las especias que, además de no aportar calorías, incrementan el sabor de nuestras preparaciones.
• disminuir el aporte de grasas y sobre todo de grasas saturadas que producen un aumento del colesterol LDL o malo. Las grasas deben constituir  menos del 10% de las calorías diarias de la dieta.
• cocinar de modo más saludable; aprender a elaborar recetas sencillas, con poca grasa utilizando aceite de oliva que es el más saludable y con métodos de cocinado que incluyan el horneado, hervido, a la plancha o la cocción al vapor, huyendo en la medida de lo posible de las frituras.
• consumir diariamente frutas y verduras que nos garantizará el aporte necesario de vitaminas, minerales y fibra y nos ayudará a prevenir enfermedades como el cáncer, hipertensión arterial o diabetes, entre otras.
• intentar llevar a cabo una dieta variada con menús equilibrados que incluyan todo tipo de nutrientes sin olvidar los cereales y legumbres.
• si necesitamos bajar de peso debemos hacerlo de manera coherente, huyendo de las dietas milagro que sólo conseguirán descontrolar nuestro metabolismo.
• incluir más raciones de pescado en nuestra dieta; el pescado, al igual que la carne o los lácteos,  posee proteínas de elevado valor biológico pero pero su perfil lipídico es más sano. El pescado azul, fuente de omega-3, es un fuerte protector frente a enfermedades cardiovasculares.
• por último recalcar la importancia del ejercicio físico adaptado siempre a nuestra edad. Realizar ejercicio tiene beneficios tanto a nivel psicológico como fisiológico: es bueno para el corazón, para el sistema circulatorio, acelera el metabolismo y previene contra la obesidad.

Venga, este año nos lo vamos a tomar en serio.

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