Revista Cocina

Ansiedad y sedentarismo

Por David355

La ansiedad resulta ser un trastorno muy común en la época actual, tal es el grado de afectación, que podríamos decir que 7 de cada diez personas la sufren, independientemente de la edad. En muchas ocasiones la mayoría de las personas ignoran que la sufren, sin darse cuenta que es un tipo de estrés emocional muy negativo para la salud, pudiendo desembocar en multitud de patologías.

¿Cómo evitar la ansiedad?

No es sencillo tratar con ella, en primer lugar porque la sociedad en la que vivimos impide que podamos disfrutar de una vida armoniosa y placentera, incluso poniéndonos un escudo antibalas, la opción más sensata sería emigrar a un país ártico o a una cuenca amazónica para librarnos de los venenos que escupe la ciudad.

Sabemos de antemano que la ansiedad multiplica notablemente nuestros impulsos por la comida, que nos hace tomar decisiones precipitadas, interrumpe nuestro sueño, acelera el envejecimiento, propicia el sobrepeso... ¿Cómo evitar todo esto?.

No cabe duda de que el estilo de vida es lo que supondrá caer en las garras de la ansiedad, y no me refiero solo a comer de manera incorrecta, sino también a no movernos. Un estudio realizado hace unos días relacionó el sedentarismo que muchas madres practican, debido a intensos trabajos de oficina o que requieran estar sentadas delante de una pantalla, con un ligero aumento de la ansiedad. Es necesario matizar que el estudio se llevó a cabo en mujeres que tenían hijos entre 2 y 5 años, por lo que la carga familiar seguramente supusiera un gradiente favorecedor de la ansiedad, pero no libra de que en el resto de mujeres pase lo mismo.

El ejercicio resulta ser tan eficaz como la propia alimentación en muchos trastornos emocionales, ya que producirá la liberación de endorfinas, tonificará nuestro sistema circulatorio y reducirá, entre otros beneficios, la resistencia a la glucosa y a la insulina que muchas personas que sufren ansiedad padecen, y que a la larga son culpables de la aparición de problemas cardiovasculares, como diabetes u obesidad. Estudios apoyan esta afirmación, por lo que no estaría de más empezar a llevar una vida más activa para prevenir, o sino se puede, al menos combatir la ansiedad y las consecuencias que causa la misma.

En cuanto a ejercicio recordad que este debe ser moderado, si le damos mucha intensidad, sobrecargará aún más los riñones, que son órganos que sufren mucho cuando hay desequilibrios emocionales. Practicad entrenamientos tanto aeróbicos como anaeróbicos, para potenciar también el incremento de masa muscular y reducir la resistencia a la glucosa.

El trabajo no es una carga sino una liberación


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