Arroz cantones

Vamos con lo que podríamos llamar una receta de aprovechamiento. Tanto el arroz tres delicias como el arroz frito o el cantonés, son recetas que parten de saltear el arroz que sobraba del día anterior con restos de fiambre o verduras de preparar otros platos. Hay quien atribuye su origen a los inmigrantes chinos en Estados Unidos que trabajaban en la construcción del ferrocarril. Dada la abundancia de huevos y arroz procedentes de las plantaciones, junto a la adaptación de ingredientes de la zona, dio como resultado los deliciosos arroces que hoy solemos comer en restaurantes chinos, adaptación de su gastronomía al gusto americano. Sea cual sea su origen, lo que está claro es que nos encanta.

1 vasito de arroz de grano largo (para dos personas)2 Zanahorias.3 Shiitake.1 Puerro.1 Huevo.¼ de pechuga de pollo en tacos.50 gr. de jamón cocido.50 gr. de guisantes.4 Cucharadas de salsa de soja.1 Cucharada de 5 especias chinas.

1-   Preparamos el arroz según instrucciones del fabricante. Batimos bien el huevo. En una sartén ponemos un par de cucharadas de aceite y vamos friendo el huevo, pero añadiéndolo poquito a poco, en varias veces, formando una espiral y revolviéndolo bien. Reservamos.2-   Troceamos la pechuga de pollo, el jamón cocido,  la zanahoria en taquitos pequeñitos, las setas en juliana y el puerro en rodajas. Colocamos al fuego un wok, salteamos un par de minutos las verduras, añadimos la carne, las cinco especias y salteamos un par de minutos más. 3-   Cuando el arroz esté listo, lo escurrimos bien, lo añadimos al wok, junto con la salsa de soja, salteamos unos minutos hasta que todos los ingredientes queden bien mezclados. Servimos.

Como os he contado, al ser un plato de aprovechamiento, podemos ir variando los ingredientes, ya que no hay una fórmula para realizarlo, podemos añadirle unas gambas o langostinos que le van de maravilla, un poco de col o verduras que tengamos a mano. La salsa de soja la podemos añadir al gusto, compensando con un poquito de sal en caso de que pongamos menos.La comida cantonesa suele ser suave y poco picante, con lo que no necesitaremos chili ni ningún elemento picante. Le podemos añadir también un poco de jengibre fresco, que le aporta un aire muy refrescante.