Tenía que aprovechar estos tomates tipo asurcados, que me ha regalado mi amiga Auxi. Son tomates muy especiales que aún conservan el sabor de lo antiguo, carnosos y prietos, los perfectos para hacer una buena salsa de tomate.
A ella le gustará que los celebre y qué mejor manera de hacerlo que usarlos para una receta del blog. Con tomate se hacen, al menos en España, multitud de platos, básicamente tradicionales. Hoy he elegido poner bacalao, pues había comprado días antes unos lomitos que me pedían una preparación ¡ya! Como veis no me olvido, amigos, de lo tradicional, aquí os dejo con una buena receta.
Ingredientes:
- Tomates rojos 1 kg.- Cebolla mediana ½.- Lomitos de bacalao 6.- Harina.- Huevo batido.- Ajos 1.- Azúcar.- Aceite de oliva.- Sal.
Elaboración:
Cubrimos el fondo de un recipiente de barro, con aceite de oliva y doramos el ajo chafado con la piel. Retiramos el ajo cuando se haya dorado.
Cortamos muy pequeña la cebolla y la ponemos a pochar, despacio, con un poco de sal.
Lavamos los tomates y los cortamos en trozos, triturándolos con la batidora. Pasamos la pulpa por un colador, eliminando en este paso pieles y semillas.
Ya pochada la cebolla incorporamos el tomate filtrado. Sazonamos y añadimos una cucharada de azúcar. Dejamos cocer a fuego medio hasta que se haya concentrado, es decir, que haya perdido prácticamente toda el agua y el aceite salga a flote.
El bacalao lo habremos puesto a desalar treinta horas antes (previamente lavado debajo del grifo),cambiándole el agua tres veces. Lo mantendremos dentro del frigo durante este tiempo. Escurrimos y lo secamos con papel de cocina.
Lo pasamos por harina, a continuación por huevo batido y lo freímos en aceite caliente, no demasiado, hasta dorarlo.
Lo servimos sobre un lecho de tomate frito o lo sumergimos en él cociéndolo cinco minutos. Servimos caliente. Me gusta verlo con su encaje tostadito y crujiente. Gracias Auxi.