Estos días anda la blogosfera, como cada año, inundada de recetas para San Valentín, todas ellas divinas...Pero que queréis que os diga, yo soy de las que no lo celebro y piensa que el amor se demuestra cada día y no en una "fecha comercial". Así que en esta mi casa no vais a ver ninguna receta conmemorando ese día ni ningún recopilatorio al uso. Pero oye, cada uno en su casa hace lo que le gusta ¿no?
Pues en la mía, desde pequeñita, me apasiona el batido de leche merengada. Y no sabéis la rabia que me da cuando en verano voy a alguna heladería y no lo tienen. ¡Me cojo un cabreoooooooooo! Para mí no hay otro más rico, y mira que he probado helados, sobre todo cuando hace unos años hice el curso de heladero profesional y tuvimos que comer de todos los que habíamos hecho jajajajaja
En fin, que llevaba mucho tiempo queriendo hacerlo en casa y darle una sorpresa a mi Danny porque el, desde que se lo di a probar cuando vivíamos en España se volvió un adicto como yo. Así que hoy, por fin, os traigo mi receta, tanto del batido como del helado que se utiliza para prepararlo.
Yo lo he hecho sin heladera así que os lo cuento tal cual para todos aquellos que tampoco tengáis. El resultado es espectacular, no es porque lo haya hecho yo...Por cierto, la excusa para prepararlo fue aprovechar unas claras que tenía en la nevera de otra receta jajajajajaja
Ingredientes para el helado: 750 ml leche entera; 225 g azúcar; 3 claras huevo; 1 rama canela; piel de 1 limón, canela en polvo.
Ingredientes para el batido: 150 ml leche entera; 6 cucharadas helado; canela en polvo.
Preparación: Empezamos preparando el helado de leche merengada. En un cazo poner la leche junto con 185 g de azúcar, la rama de canela y la piel de limón y calentar hasta casi ebullición. Apagar el fuego y dejar enfriar completamente mientras se infusiona la leche.
Batir las claras con 40 g de azúcar a punto de nieve con las varillas (si le damos la vuelta al recipiente no deben moverse) y añadir poco a poco a la leche infusionada ya fría, removiendo bien con las varillas.
Poner en unos recipientes (yo he usado tuppers) en el congelador y dejar que se congelen toda la noche. Al día siguiente poner el helado en el bol de la amasadora y batir con la pala plana hasta que coja una consistencia cremosa. Volver a poner en un recipiente en el congelador hasta servir (en este caso, espolvoreado con canela molida( o hasta que lo usemos para preparar el batido.
Para preparar el batido poner en la batidora la leche y las cucharadas de helado y batir hasta obtener una consistencia más líquida que el helado pero cremosa. Servir en un vaso largo espolvoreado con canela en polvo y con una pajita. Hoy que ha nevado copiosamente he aprovechado el escenario que le venía que ni pintado...¡Delicioso!
Mi Danny disfrutando como un niño...
Aquí os dejo también el helado que está de rechupete