No todo es cocina moderna, michelín o molecular. También somos grandes amantes de la comida casera como la de Casa Zaca, sobretodo si el entorno es familiar y te hace sentir a ti como una parte más de la familia. Y dentro de este tipo de locales, unos de nuestros favoritos es Casa Perico.
En plena calle Ballesta, la antigua zona de prostitución y que ahora ha cambiado y se denomina Tribal está este restaurante que tiene 75 años de vida pero que sigue con el mismo planteamiento que cuando empezó: casa de cuchara. Lunes cocido, martes judías blancas, miércoles lentejas, jueves judías pintas con arroz y viernes potaje son los platos del día que acompañan una carta clásica de platos madrileños que nos han servido con mucho cariño en las dos ocasiones en las que hemos estado.
La primera visita fue un descubrimiento por casualidad. Al ver su barra, con vermú y una tapas de lujo decidimos quedarnos a comer y salimos encantados por lo que hemos vuelto una segunda vez a disfrutar de más platos de lo más clásico
- Croquetas: cómo no vamos a pedirlas. Suaves y cremosas. No al punto de las asturianas pero muy dignas.
- Ensaladilla de Moscú: muy buena. Es una de las tapas que no te puedes perder del local.
- Alcachofas: Fuera de carta. Nosotros no somos muy de este plato. Pero nos lo vendieron tan bien y a nuestros acompañantes les encantaban así que las pedimos y fueron un gran acierto.
La ración era más grande pero el ansia de nuestros acompañantes fue más rápida que nuestra cámara
- Media de callos: no podían faltar, en pleno centro de la capital no íbamos a irnos sin comer unos callos típicos.
- Calamar a la brasa. Preparado como la sepia. No es un plato muy madrileño pero estaba rico y tierno.
- Ración tapilla cebo. Una carne troceada que estaba de lujo. En esta visita no comimos carnaza pero en la primera si catamos el chuletón y fue soberbio.
Los postres, también exquisitos:
- Coulant de chocolate
- Arroz con leche
- Piña
Toda la comanda, para 6 comensales, con un botella de cava Adernats (15,1€) , de precio y calidad media, 2 aguas y 3 cafés fue poco más de 100€. Buena relación calidad precio, a menos de 20 euros PAX, en una "casa" donde se come y te tratan como si fuese la tuya.
Poco glamour pero muy castizo. Da gusto!