Pues ya han pasado las fiestas y aquí estamos de nuevo. ¡Qué ganas tenía de estrenar este molde que me trajeron los Reyes Magos! Así que de inmediato me puse a pensar recetas y aprovechando que había sobrado cava de estos días y que nosotros no somos de mucho beber, pues a emplearlo en este bundt que veis.
Es curioso esto del blog, a veces me pregunto por qué sigo escribiendo y enseñando las recetas que preparo. El caso es que supone esfuerzo, me gusta esmerarme en las fotos aunque no sea ninguna experta, me encanta estar a la última en cuanto a menaje se refiere para presentar los pasteles de la mejor manera posible, por otro lado siempre ando rebuscando y pensando en recetas nuevas, también hay que sentarse y escribirlas, etc...
Total, que empleo unos recursos en el blog que a veces me pregunto que con qué fin. No me doy publicidad entre otras cosas porque no me dedico a ésto y no la necesito. Reconocimiento???, pues tampoco, cada vez hay menos comentarios, no sólo en este blog, yo que soy seguidora de muchos lo observo, quitando a alguno de los más punteros, el resto no recibe excesivos comentarios, de hecho todos reciben menos.
Así que entiendo que después del boom de blogs que surgieron hace unos años, la cosa haya venido a menos, y no es que no surjan nuevos, que surgen, pero se han quedado muchos en el camino. Hay montones que no publican desde hace años, que siguen habiendo a patadas, pues también, pero hay tantos abandonos..., que ya digo, que lo entiendo, pero da pena que tantas compañeras blogueras hayan decidido no seguir.
El caso es que me gusta, me encanta cocinar, la repostería creativa me chifla, y escribir en este blog pues sigue suponiendo una terapia para mis migrañas y neuralgias, que afortunadamente ahora son mucho menos frecuentes. Cuando lo necesito, desfogo y me quedo la mar de a gusto. Y por eso sigo aquí, porque lo disfruto y punto.
Ingredientes:
* 500 gr. de harina para todo uso.
* 2 cucharaditas de polvo de hornear.
* 1 cucharadita de bicarbonato sódico.
* 75 gr. de cacao en polvo.
* 2 tazas de azúcar moreno ( yo he utilizado dark brown sugar, pero vale el azúcar moreno normal de siempre).
* 4 huevos grandes.
* 250 ml. de aceite de girasol.
* 300 ml. de cava.
Preparación:
- Pre-calentamos el horno a 160ºC y engrasamos nuestro molde, yo tengo costumbre de hacerlo con spray desmoldante, pero igual podéis hacerlo con mantequilla y harina.
- En un bol tamizamos juntos la harina, el polvo de hornear, el bicarbonato sódico y el caco en polvo. Reservamos.
- Ahora echamos los huevos al vaso de la batidora y los batimos ligeramente.
- Agregamos el azúcar, el aceite y el cava y mezclamos a velocidad media, hasta que queden todos los ingredientes bien integrados.
- Añadimos en este momento los ingredientes secos y volvemos a batir a velocidad media, hasta que nos quede una mezcla homogénea.
- Vertemos la mezcla en el molde y horneamos durante 60 minutos, para comprobar la cocción, como siempre, insertamos un palillo y si sale limpio, pues ya está perfectamente hecho.
- Sacamos del horno y dejamos enfriar en el molde unos minutos antes de desmoldar. Una vez desmoldado transferimos a una rejilla para dejar que se enfríe por completo.
- Yo después le he añadido glaseados de vainilla y chocolate, pero eso ya a vuestro gusto.
Pues por hoy ya está. Yo seguiré por aquí como siempre, con mi pequeña aportación. Muchos besotes.