Yo no he nacido con la fortuna de tener muchos dones. Bueno, que ni muchos ni algunos, la verdad. Más bien, las cosas en las que destaco se cuentan con los dedos de una mano. Pero lo bueno que tiene una también se lo tiene que reconocer, y una de las cosas que más me gustan físicamente de mí misma es mi cabello.
Como digo, no hay muchos piropos que me puedan decir y menos que se repitan, pero mi pelo sí es una de esas cosas que a la gente le llama la atención para bien. Tengo mucho pelo. Tanto que los peluqueros tienden a odiarme. Y, además, bastante largo (esto es decisión mía). A lo largo de mi vida me han repetido cosas como "deberías presentarte a Pelo Pantene" (sí, claro...), "¿no tienes calor con tanto pelo?", "podrías donarme algo de tu pelo"...
Vamos, que puedo gritar a los cuatro vientos una de las frases de La Vecina Rubia: tengo pelazo y cerebro debajo. Y hoy os cuento cómo cuido mi cabello y cómo lo peino.
Antes de nada siento si he creado un hype muy grande sobre el tratamiento capilar, porque yo soy una básica y aquí no vais a encontrar rutinas exclusivas y llenas de pasos. Tampoco productos espectaculares. Y no me suelo peinar. Así que... sí, bajad las expectativas.
Vamos por partes.
Cómo es mi pelo
Antes de contaros mis rutinas y mis productos, es necesario que especifique cómo es mi cabello. No a todos nos funcionan las mismas cosas.
-Lo que necesita: productos anticaspa y antigrasa. Tengo dermatitis seborreica, por lo que tengo que lavarme con champús que eliminen la descamación del cuero cabelludo y que aumenten el tiempo entre lavados, ya que se ensucia con muchísima facilidad. Aunque es liso natural, no le viene mal algún producto anti-frizz, ya que tiende a encresparse. Y mucho acondicionador si no quiero morir de dolor al cepillarme.
-Lo que no necesita: productos que revitalicen, productos para cabellos secos o dañados, productos para alisar (más liso no se puede) o champús que dañen el cuero cabelludo con sus componentes.
Actualmente tengo hechas unas mechas balayage, PERO la última vez que fui a la peluquería me dejaron especialmente mal (culpo a mi madre de llevarme a esa peluquería por compromiso) así que me hice un baño de color rubio oscuro encima. Que, evidentemente, mi pelo es tan oscuro de forma natural que a mí no me queda rubio ni de lejos, pero queda de un castaño claro que disimula bastante bien el desastre.
Cómo lo cuido
Yo no conozco las duchas cortas de 5 minutos. Mi pelo necesita, al menos, 10 para él solo.
Mi rutina actual consta de utilizar el champú y el acondicionador de jengibre de The Body Shop. ¡Es maravilloso! Lo compré sin esperar nada porque estoy acostumbrada a la decepción capilar, pero cumple todo lo que promete. Tengo el cuero cabelludo más limpio que nunca y el pelo aguanta limpio dos días (puede sonar a poco, pero eso para mi pelo es la leche).
Pese a que el champú me parece fantástico, el acondicionador no me gusta como para repetir. No me deja el pelo tan suave como otros y deja un olor que no me agrada. En su lugar prefiero reponer otros como el de agua de coco de Garnier o el suave de Herbal Essence.
Aparte de esto, una vez a la semana utilizo el bálsamo exfoliante Detox de Mercadona. Otra maravilla. Cuesta la mitad que otros champús exfoliantes y actúa con la misma eficacia. Además, deja sensación de frescor, como cuando masticas chicle de menta.
A esto le sumo el champú Silver de Mercadona para matizar las mechas. Solo me lo aplico de medios a puntas después de mi champú normal una vez a la semana. Realmente se nota.
Otros champús anticaspa que recomiendo: Kerzo equilibrante, Natur Vital con lúpulo (¡muy top!) y Dercos para dermatitis seborreica. Podéis confiar en que, si los incluyo aquí, es porque verdaderamente me han funcionado (menos picores, menos descamación, menos grasa), porque me probado muchísimos que no valen para nada.
Todo eso es en condiciones, digamos, normales. Hay meses en los que mi dermatitis necesita una atención especial, por lo que el médico me receta el champú Ciclochem. Su recomendación es utilizarlo con un champú de farmacia de uso diario, pero yo probé uno de Isdin y no me daba buenos resultados así que lo dejé. Ahora suelo simplemente mezclar el Ciclochem con los otros. Suele ser un mes y medio o así.
Por otro lado, si sé que quiero hacerme ondas en el pelo utilizo los productos de la gama Ondas (Im)perfectas de Tresemmé. El champú y el acondicionador no sé si realmente funcionan, pero os garantizo que el spray y el mousse sí, y muy bien. A mi pelo le cuesta muchísimo mantener las ondas que me hago en casa y con esos productos lo logro, además de generar justo el acabado que yo busco.
También una vez a la semana es el turno de las mascarillas. Ahora mismo tengo la Ultimate Repair de Gliss porque me la regalaron, y a mí me duele en el alma tirar cosas. Como ya os conté antes, mi cabello no necesita eso porque tiene bastante fuerza, hidratación y brillo de forma natural, pero sí que lo deja muy suave y con buen olor. Una de mis mascarillas low cost favoritísimas es la de argán de Mercadona. Mi ratito feliz es echármela en la ducha. Deja el pelo que es una auténtica maravilla, y huele...
Además de todo esto, siempre me gusta tener un sublimador de cabello. El que tengo ahora es el Aceite Extraordinario Elvive de L'Oréal. ¿Por qué? Pues porque me encantó el de kérastasse y este me parecía la opción similar más asequible. No tienen nada que ver, por cierto. La cuestión es que dejan el cabello precioso y le aportan un plus de keratina que mi cabello necesita debido a las mechas.
Como ya digo, mi pelo no se ha resecado especialmente con las mechas, pero algo sí, por lo que le doy ese chute extra que, a mayores, elimina el encrespamiento y suaviza.
De cara al secado siempre cuento con un spray protector para el calor, que se supone que protege el cabello de los daños del calor artificial de las planchas y los secadores. No sé si realmente hace algo o no, pero ahí está. El spray de secado rápido que probé durante la cuarentena se ha añadido a mi colección de imprescindibles, ya que, al tener tanto pelo, ganar unos minutos me da la vida.
Cómo lo peino
Emmm........ Si buscabais a una bloguera con un súper consejo de peinado mejor id cambiando de blog porque yo no soy. Es que "no me peino". Mi cabello es tan liso que con solo desenredarlo ya lo tengo presentable.
Esto solo se aplica a la vida diaria, claro. Para momentos especiales puedo pasarle la plancha (Remington) para eliminar el encrespamiento o rizarlo con la curling wand. Por cierto, este es el tipo de rizador que a mí me gusta porque me permite mucha más libertad que los rizadores normales. Más que nada porque yo controlo el tamaño del mechón y los rizadores normales me obligan a meter cierta cantidad de pelo.
Y ya está. Sé que hay mucho champú de por medio, pero, por lo demás, no es ninguna rutina fuera de lo normal. No he nacido muy afortunada en general, salvo por mi tipo de cabello. Algo bueno tenía que tener.