Ingredientes
- Sobre 250 gr de costillar de cerdo
- Salsa de soja
- Miel
- Sal, pimienta y sésamo (si tenéis)
PasosLa verdad es que muchos pasos no hay, ¿para qué os voy a engañar? El costillar podéis dejarlo en una pieza o trocearlo, como prefiráis, pero si lo troceáis habrá más superficie sobre la que se peque la salsa y disfrutaréis más como niños en una tienda de caramelos.
Bueno, tanto si lo hacéis entero, como si lo hacéis troceado, tenéis que hacerlo en una sartén con un poco de aceite, tampoco mucho porque el costillar suele soltar grasilla. Cuando lo tengáis más o menos dorado, como en la foto, retiradle el exceso de aceite con una cuchara para que no se quede pringoso. A continuación bajáis el fuego al mínimo y tendréis que poner una o dos cucharadas soperas de salsa de soja (depende de lo fuerte que lo queráis) y sobre media cucharada sopera de miel. El fuego al principio tiene que estar al mínimo para que al añadir la salsa de soja no se queme porque la sartén estará muy caliente. Cuando hayáis añadido la miel subid el fuego, pero no al máximo, para que la salsa de soja y la miel se mezclen bien y empiecen a hervir. Conforme vayáis cocinándolo la salsa espesará. Cuando la salsa haya espesado un poco apartadlo del fuego, ponedle un poco de sésamo y ya estará listo para ser devorado. Al llevar miel la salsa se espesará conforme se enfríe, por lo que no os paséis reduciendo la salsa en la sartén. Os aconsejo que os hagáis un tomate partido o algo similar para acompañar este plato, para que os bajen un poco las endorfinas entre trozo y trozo de costillar.
Enjoy!