Es muy sencilla de preparar, nos permite cocinarla con antelación y la podemos conservar en la nevera unos días. En casa gusta mucho, es una verdadera delicia al paladar.
Esta receta, en concreto, es del curso de cocina que estaba realizando (Gracias Oscar), allí la preparamos varias veces para unas tartas que habían encargado y para elaborar recetas en la clase. Era muy entretenido, ya que todas las alumnas, no sólo presenciábamos las clases sino que participábamos, así nos implicábamos en los cursos, porque pienso, que no es lo mismo observar que participar.
Después de lo dicho, vamos con la receta:

- 1 litro de leche
- 8 yemas
- 175 gr. de azúcar
- 100 gr. de harina simple o maicena (yo le puse harina)
- la piel de un limón
- 2 canelas en rama
- Esencia de vainilla
Preparación:
1.- en un cazo poner a hervir la leche con el limón y la canela.
2.- en un bol mezclar el azúcar con las yemas, hasta que blanqueen.
3.- Añadirle la harina (tamizada) a la mezcla de huevos.

4.- Cuando la leche esté tibia, se coge un poco con un cucharón y se le añade a la mezcla de los huevos, se sigue batiendo hasta conseguir una papilla. El resto de la leche lo dejamos llevar a ebullición.
5.- Una vez la leche haya hervido, se pasa por un colador.
6.- Se incorpora la leche a la mezcla de los huevos y se vuelve a llevar al fuego, removiendo rápido, sin parar, hasta que hierva.
7.- Una vez hervido, se aparta del fuego. Le añadimos unas gotas de esencia y removemos. Ponemos la crema en una bandeja plana para que se enfríe, se tapa con papel film y hacemos unos agujeritos (para que no se forme costra). Una vez fría conservar en la nevera.


