Ingredientes
- Un paquete de hojaldre (preferiblemente el que viene en rectangular)
- Salmón ahumado
- 1 huevo
- 150 gr. de queso de untar
- 2 cucharaditas de mostaza antigua
- Eneldo
Encendemos el horno a 200ºC para que se vaya calentando. Extender la lámina sobre una superficie limpia. Y aquí me encontré con una dificultad: mi lámina era redonda. Que no cunda el pánico, doblamos los bordes, pasamos un poco el rodillo y ya es rectangular!. Cortamos el rectangulo grande en dos más pequeños, y estos dos en triángulos alargados.
Colocamos el salmón desde la parte más ancha del triángulo hacia la parte más estrecha.
Enrollamos desde la parte ancha a la estrecha. Luego arqueamos un poco, para que tomen forma de C, la forma clásica de los croissants.
Los vamos colocando en una bandeja de horno donde habremos puesto un papel vegetal. Repetir la operación tantas veces como triángulos tengamos. Una vez los tengamos todos colocados en la bandeja los pintamos con el huevo batido y una brocha de cocina.
Una ver pintados todos los metemos al horno durante 12 - 15 minutos, hasta que estén bien doraditos.
Y como la espera es muy mala pienso ¿y si hago alguna cremita para acompañarlos?. Pues a ello: cogemos el queso de untar en un bol pequeño y le añadimos un par de cucharas de mostaza, yo he usado mostaza antigua (la de las bolitas) porque me gusta más el sabor, que es mucho más suave que la de dijon.
Con ayuda de un tenedor mezclamos bien y añadimos un poquito de eneldo, al gusto, para que dé más aroma.
Una vez estén los hojaldres doraditos los sacamos del horno y los dejamos enfriar en una rejilla.
Y listo! Un buen aperitivo, los servimos acompañados de la crema de queso. Estan deliciosos y son muy rápidos, os pueden sacar de un apuro si se presenta alguien a cenar de improvisto. Espero que os gusten, a disfrutarlos!!