Yo soy tomatera al 100%, en ensaladas, triturado y restregado en pan, pero donde más disfruto comiéndolo en con el gazpacho. Y ahora que llega el buen tiempo es cuando más apetece tomarlo. En mi casa seguramente no encontrarás cervezas en la nevera, ni bebidas dulces carbonatadas, pero os aseguro que al menos dos botellas de dos litros de gazpacho bien fresquitas en la nevera no faltan nunca.
El origen del gazpacho es algo incierto, aunque siempre se ha dicho que es originario de Andalucía, y del propio gazpacho han salido un par de versiones algo más modernas como el ajoblanco y el salmorejo. Incluso hay un gazpacho al que denominan manchego que se sirve caliente y que es más antiguo que el gazpacho actual. Lo curioso es que el primer gazpacho se hacía a base de migas de pan, aceite de oliva y vinagre, y a partir de entonces ha ido evolucionando hasta el gazpacho que conocemos hoy día.
Cada uno tiene una manera distinta de elaborar el gazpacho en su casa, algunos les gusta con mucho vinagre, otros con pimiento verde o cebolla. Pero en esta ocasión os presento la versión que yo siempre suelo hacer en casa y que nos gusta mucho. Espero que a vosotros también os guste. :D
INGREDIENTES ( para una botella de 2 litros):
- 6 tomates
- 3 pepinos- 3 dientes de ajo
- aceite de oliva virgen extra
- vinagre de vino blanco
- sal
ELABORACIÓN:
Lavamos los tomates, les quitamos el rabillo si lo tienen y lo cortamos en trozos pequeños. Los vamos echando en alguna jarra que tengamos que luego nos pueda servir para batir con la batidora.
Pelamos los pepinos y los echamos en la jarra con los tomates, añadimos también los ajos pelados.
Una vez tengo estos tres ingredientes, lo bato con la batidora hasta dejarlo hecho puré. Si veo que se me espesa mucho, le añado un poco de agua.
Una vez batido, le añado el aceite de oliva, el vinagre y la sal.
No he puesto medidas porque estos ingredientes van al gusto y echar más o menos depende también de la clase de tomates y pepinos que hayamos echado, o de lo que piquen o no los ajos.
Hay que pensar que aunque al probarlo no lo notemos muy potente, al conservarlo en una botella en la nevera, se van potenciando los sabores y luego al probarlo puede que nos llevemos una sorpresa.
Una vez batidos todos los ingredientes, le añadimos un poco de agua, dependiendo de que nos guste más o menos espeso.
Seguro que más de uno de vosotros habrá pensado que me he olvidado de apuntar el pan. Pues no se me ha olvidado, lo que pasa es que no se lo hecho. Desde que me dijo la endocrina que procurara echarle la menor cantidad de pan posible al gazpacho, desde entonces no se lo hecho. Si lo quiero más espeso, le añado más tomate y asunto arreglado.
Y así es como hago yo el gazpacho en casa, nos encanta y en verano nunca falta. Incluso algún invierno que otro lo he hecho, y aunque no apetezcan las cosas tan frías, está igualmente muy bueno.
Espero que os haya gustado esta otra manera de elaborar el gazpacho, yo os puedo asegurar que si, ya que mientras escribo estas palabras, me acompaña un gran vaso de este delicioso gazpacho, que cada pocas palabras que voy escribiendo, voy parando para darle un buen sorbo. Mmmm, que rico está! :D
Si queréis ver el resto de propuestas que han elaborado el resto de mis compañer@s, podéis hacerlo desde aquí .
Feliz domingo! :D
Besos!
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