Casi obsesivamente, seguía documentándome por Internet. Se acercaba el cumpleaños de Patricia y también quería sorprenderla, con una tarta diferente: ¡¡¡quería hacer una tarta de 3 pisos!!!
Tenía más o menos la idea y los colores de la tarta. ¡¡Esta vez no me pillaba el toro!! Compré fondant blanco, fucsia y naranja (de la marca FunCakes), algún cortador (los primeros en los chinos), Crisco para la buttercream (ahora ya no lo pongo y me gusta más el sabor), palitos de piruleta (para la decoración... ya veréis ya).
En esta ocasión el cumpleaños era un jueves, así que tuve que hacerla el miércoles por la tarde-noche, cuando volví de la oficina y como no me daba tiempo a hornear los bizcochos, utilicé unas bases de tarta de Hipercor.
Era una tarta de tres pisos, rellena de buttercream de chocolate, mermelada de frambuesa.
Por supuesto que para que no se hundiera por el peso, clavé pajitas a modo de apoyo y puse una base de cartón, para colocar encima el segundo piso, y lo mismo con el tercero.
Cubrí los tres pisos de la tarta con buttercream de vainilla que hice en la Thermomix.
Cada piso de la tarta cubierto de un color de fondant distinto y adornado de diferente manera. De abajo a arriba: con rombos, lunares de diferentes tamaños y rayas con distintos anchos y coronada por piruletas de flores combinando los tres colores de fondant.
Y después de seis horas, este fue el resultado...
¡¡¡Es la tarta más bonita del mundo, mami!!!
¡¡¡Felizzzzzzzzzzzzzzzzzz!!!
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