En la foto se ven los ingredientes que lleva, tal cual, eso es ni más ni menos que remolacha y queso de cabra con una vinagreta de limón para darle un toque de acidez.
Yo he utilizado remolacha natural, pero si no la encontráis, la podéis hacer con remolacha cocida, cambia un poco el sabor, y sobre todo la textura, pero el resultado más o menos es el mismo.
A mí la remolacha me encanta, la utilizo en hamburguesas, en guisos, hago vinagretas... porque además de ser muy buena fuente de vitaminas, le da un color a los platos muy diferente y tiene un sabor dulce muy particular que a mí me encanta.
Lo bueno de este aperitivo, es el contraste de sabores, el salado del queso de cabra, el dulce de la remolacha y la acidez de la vinagreta de limón, toda la combinación hace que sea un plato muy interesante para el paladar, además de super fácil ;)
Milhojas de remolacha y queso de cabra:
Ingredientes:
2 remolachas (depende un poco del tamaño)
400 gr de queso de cabra (tipo rulo, a temperatura ambiente)
100 ml de leche
3 cucharadas de aceite de oliva
1/2 limón
Sal
Pimienta
Rucula o brotes de alfalfa para acompañar
Pelamos las remolachas y las cortamos en láminas muy finas con la ayuda de una mandolina. Reservamos.
En un cuenco ponemos el queso de cabra (sin la corteza) desmigado, es mejor que esté a temperatura ambiente porque será más fácil hacerlo crema. Mezclamos bien con la leche hasta que se quede una textura cremosa.
Hacemos la vinagreta con la ralladura de 1/2 limón, el aceite y un poco de zumo de limón, salpimentamos al gusto.
Montamos las milhojas alternando las láminas de remolacha con la crema de queso de cabra, yo no pongo queso de cabra en el centro de las remolachas, sólo por los bordes, para que haya mejor balance entre el queso y la remolacha. Terminamos con remolacha, ponemos unos brotes de alfalfa y regamos con nuestra vinagreta.
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