Ya queda poco tiempo para esta fruta tan rica y que tanto juego nos da en la cocina para realizar postres. Pronto darán color a nuestro frutero las cerezas, albaricoques, melocotones etc…
En esta ocasión esta receta surgió de la improvisación, con el fin de aprovechar unas fresas que ya se estaban poniendo mustias .Normalmente de los reciclajes salen buenos resultados que nos descubren posibilidades diferentes e incluso pasan a formar parte de las recetas “ básicas” y estas copas o vasitos serán sin duda , una de ellas.
Notas:
-Con estas cantidades me ha dado para tres copas como la de la fotografía y cinco vasitos de los del yogur.-Igualmente podría hacerse tipo tarta, aunque para eso habría que aumentar la cantidad de agar-agar para que cuajara más.-Para dejarla así en copas la textura me parece perfecta con la cantidad que le he puesto .-El color de la mousse de fresas , si se desea acentúar más , se le puede poner una gotita de colorante rojo . En mi caso la dejé al natural.Ingredientes :250 g de fresas 500 ml de nata para postres2 claras de huevo10 cdas de azúcar3 cdas colmadas de queso fresco2 cdas colmadas de leche condensada1 cda y media de agar agar
Elaboración :Trituramos las fresas hasta hacerlas puré y después lo colamos para que no queden semillas. Reservamos.Batimos las claras a punto nieve con 4 cdas del azúcar y reservamos.La mitad de la nata líquida la montamos con el resto del azúcar.La otra mitad la ponemos a calentar en un cazo y en ella vertemos el agar agar, removiendo durante un minuto para que se disuelva. Apartamos y reservamos , dejando que se enfrie.Cuando está frio , separamos la mitad de la nata y la mezclamos con el puré de fresas, más la mitad de las claras a nieve y la mitad de la nata montada. Con movimientos envolventes lo integramos perfectamente.Pasamos la mousse a copas o vasitos y si queremos que quede la crema en vertical, las guardamos en la nevera inclinándolas, apoyándolas sobre algo , con cuidado de asegurarlas bien. Dejamos que cuaje un poco, enseguida lo hará.
Mientras, batimos leche condensada con queso fresco y como hicimos anteriormente, mezclamos las otras mitades reservadas , de la misma forma.Cuando el contenido de las copas ya ha tomado consistencia, incorporamos la mousse de queso. Llevamos de nuevo a la nevera y dejamos que se enfríen bien.Mejor hacerlo a la noche para el día siguiente.
Mirar qué textura tan deliciosa.
Nos ha encantado. Para repetir sin duda.