Me levanto, hace sol y lo agradezco porque es algo que siempre necesita mi ánimo.
Taza de café grande, muy grande y muy caliente. Cámara al cuello. Mis gatos me siguen por el jardín, ya conocen mi rutina.
No me gusta el otoño pero sí sus colores.

Enfoco, desenfoco, un sorbito de café humeante.

Si me dieran un céntimo por cada una…

Creo que será la última de este año.

La última delicia de algún moscardón
