Revista Cocina

Para el rendimiento intelectual: Come con regularidad.

Por Mamucer @MarinaMunozC

estudiante

- Marina Muñoz Cervera -

El funcionamiento del cerebro necesita energía para rendir de una forma óptima y atender a todas las necesidades que, día a día, nos requiere la vida. Cuando estudiamos, nuestro rendimiento puede verse mermado si no aportamos los nutrientes necesarios para compensar el gasto energético.

Los alimentos que contienen almidón (pan, arroz, pasta y patatas) son las mejores fuentes de glucosa, que es el combustible imprescindible para el funcionamiento cerebral, además de las frutas, zumos, mermeladas, miel y el azúcar.

El organismo es capaz de transformar los almidones digeribles en glucosa, que el torrente sanguíneo arrastra hasta el cerebro y otros órganos para aportarles energía.

Un artículo publicado en la Web de EUFIC (European Food Internacional Council) (1), nos habla sobre este interesante tema.

Se tiende a equiparar el término azúcar con el de glucosa y así, nuestra tendencia es consumir azúcares para alimentar nuestro cerebro. Sin embargo, hay dos puntos importantes que conviene precisar:

- Por un lado, el azúcar de mesa no es glucosa, es sacarosa, un disacárido formado por alfa-glucopiranosa y beta fructopiranosa, es decir, contiene glucosa.

- Por otro lado, la ingesta de azúcar de mesa u otros azúcares simples por encima de los límites recomendados (no más de un 10% del 50-60% de glúcidos recomendados, incluidas las frutas), desequilibra el metabolismo, eleva mucho la glucemia y puede ser un riesgo para el padecimiento de diabetes tipo II, entre otras patologías.

Cuando estudiamos, necesitamos energía de larga duración para que nuestro rendimiento sea constante, los azúcares de acción rápida como el existente en los caramelos azucarados, el azúcar de mesa, bebidas azucaradas, etc., nos proporcionan energía durante muy poco rato, con lo que nuestra tendencia será  consumir más y más. Fácilmente superamos las cantidades recomendadas en un rato de estudio.

Utilizando el símil de la gasolinera, para que nuestro cerebro funcione bien, necesitamos combustible para un rato, sería absurdo ir a llenar gasolina cada media hora; mejor es llenar bien el depósito 5 veces al día que quince mal, es más fácil que nos quedemos sin energía con esta segunda opción.

Sin embargo, si el aporte energético lo llevamos a cabo con almidones, teniendo en cuenta que es recomendable ingerirlos junto a otros alimentos para evitar subidas de glucemia, y los consumimos con regularidad, nuestra capacidad no se verá mermada por una falta de energía. Tenemos que tener en cuenta que el cerebro humano está formado por una densa red de neuronas, o células nerviosas, que están constantemente activas, incluso mientras dormimos. Para obtener la energía necesaria para mantener esa actividad, el cerebro depende del suministro continuo de glucosa del torrente sanguíneo. En una dieta saludable, entre el 50 y el 60% de la energía total debería proceder de los glúcidos (no más de un 10 % de azúcares simples, incluida la fruta, mermeladas, compotas, miel, bebidas azucaradas y azúcar de mesa). Un adulto de peso normal requiere 200 g de glucosa al día, dos tercios de los cuales (unos 130 g) están específicamente destinados a cubrir los requerimientos de glucosa del cerebro.

¿Cómo se consigue este aporte energético?

La mejor forma de conseguir un nivel óptimo de glucosa en sangre es comer con regularidad y manteniendo un equilibrio nutricional. Los estudios realizados a niños y adolescentes han demostrado que desayunar puede ayudar a mejorar el rendimiento mental al potenciar las tareas relacionadas con la memoria y la atención (1).

A veces tenemos que actuar ante un bajón brusco de energía suministrando al organismo rápidamente una bebida azucarada o un caramelo, pero estas situaciones son excepcionales y si se convierten en generalidad nuestra salud se pone en riesgo.

Enlaces relacionados:

Los carbohidratos o glúcidos y su impacto en el reparto alimentario.
Los azúcares: energía rápida y poco duradera.
Hacia un equilibrio en la alimentación.

Fuente:

EUFIC European Food International Council. “La glucosa, el combustible mental”. Alimentación Hoy en Día Agosto 2013.

http://www.eufic.org/article/es/artid/Glucose-mental-performance/

Imagen:

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Para el rendimiento intelectual: Come con regularidad.

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