Esta es la típica receta super-apetecible que decides hacer para los más jóvenes de la casa y que tú acabas disfrutando como el que más.
Es bastante calórica, pero, al fin y al cabo, un día es un día y nos podemos permitir darnos un gustazo. Si tomamos una ración cortita, nuestra conciencia y nuestro cuerpo nos lo agradecerán... jajaja
Sólo hay que cocer unas patatas en dados o cubos y luego, preparar una salsa blanca o bechamel bien clarita a la que habremos añadido cebolla pochada y queso.
¿Eres capaz de resistirte?
Para 4 personas:
- 4 patatas medianas cortadas en cubos o dados
- 1 diente de ajo
- 1 hoja de laurel
- 50 g de bacon o de jamón serrano picado
- 4 cucharadas de harina de trigo
- 3 cucharadas de aceite de oliva
- 1 cucharada de mantequilla
- 1 L de leche
- 1 cebolleta o cebolla
- 50 g de queso rallado o en polvo
- 50 g de queso mozzarella rallado
- sal y pimienta
- cebollino picado
Se escurren del agua y se rehogan con el bacon o el jamón serrano picado en un poco de aceite.
Se prepara la salsa bechamel. Se pone el aceite de oliva y la mantequilla en una cazuela o sartén. Se rehoga unos minutos las cebolleta picada muy fina, hasta que se ablande:
Se incorpora la harina y se revuelve muy bien, removiendo con una lengua o cuchara de madera, hasta que se forme una masa compacta (roule).
Se va añadiendo, poco a poco y moviendo sin parar, leche caliente, a la masa de harina.
Hasta que no esté bien incorporada la leche, no se añade otro cazito más. Se salpimenta. Se incorporan los quesos rallados:
Se sigue trabajando hasta que esté bien cremosa la bechamel, añadiendo más leche si es necesario:
Se vierte la bechamel sobre las patatas con el bacon. Se come de inmediato, espolvoreadas con cebollino o perejil o bien se hornea un poco antes de servir en el horno.