Polen: un antibiotico natural

Desde hace miles de años el polen es utilizado por el hombre como uno de los alimentos más completos de la naturaleza.

Esta sustancia que las abejas recolectan de las flores, contiene hidratos de carbono, proteínas, vitaminas, minerales y sustancias que aportan vitalidad y salud a nuestra rutina diaria.

Pero, además, el polen es un poderoso remedio natural, capaz de aliviar dolencias tan diversas como depresión, caída del cabello, envejecimiento prematuro, reuma, fatiga y anemias.

Su poderosa combinación de vitaminas y aminoácidos permite recuperar la vitalidad y mejorar desórdenes orgánicos causados por el estrés.

Sustancia vital

El polen es un polvillo producido por los órganos masculinos de las flores. Las abejas lo recolectan y humedecen con néctar, dándole la forma característica de pequeñas esferas de color anaranjado el cual utilizan para su alimento.

Perteneciente al orden de las llamadas sustancias adaptógenas, el polen favorece la adaptación del organismo a situaciones de sobredemanda física e intelectual.

El efecto adaptogénico produce un aumento no específico de las defensas propias del organismo contra factores exógenos de estrés y químicos nocivos.

Un gramo de polen fresco contiene entre 7 y 15 miligramos de vitamina C, además de una cantidad considerable de vitamina E natural (tocoferol).

Según estudios realizados, se pudo saber que las vitaminas son generadas por las bacterias que ayudan en el proceso de fermentación cuando el polen es almacenado en las celdas de los panales por las abejas.

Por su parte, el contenido de proteínas varía de 10 a 35 por ciento (de acuerdo a su origen vegetal), con un promedio de 20 por ciento. Entre 40 a 50 por ciento puede ser en forma de aminoácidos libres.

Todas las variedades de polen contienen exactamente 20 aminoácidos, algunos de ellos esenciales -aquellos que nuestro organismo no puede fabricar y necesita obtener de los alimentos- .

Suplemento dietario

El polen está considerado como uno de los alimentos más completos debido a su alto nivel de aminoácidos esenciales, vitaminas y minerales. Es utilizado en todo el mundo como un suplemento diario para adquirir energía y salud.

En la naturaleza se recolecta cuando las abejas se posan sobre las flores para recoger su néctar, dentro de la colmena combinan el polen cosechado con el propio néctar para formar gránulos que utilizan para su alimento.

Como suplemento dietario, el polen está indicado en casos de personas que necesitan aumentar su rendimiento intelectual y la atención, mejorar estados depresivos, cuadros de insomnio y trastornos del sueño.

Su ingesta contribuye además a mejorar la capacidad pulmonar en casos de bronco espasmos, es ideal para contrarrestar estados depresivos y fortalece el sistema inmunológico a partir de su contenido en vitaminas, proteínas, calcio, magnesio y selenio.

Además, está comprobado que es un buen regulador intestinal, mejora notablemente la fuerza del bulbo capilar, contribuye en el control de la caspa y la seborrea y es muy útil para los diabéticos ya que ayuda a regular los niveles de glucosa.

Por otra parte, el polen colabora en el tratamiento de la impotencia sexual a partir de la recuperación de nervios, tejidos y músculos intervinientes; ayuda al aumento de los niveles de fertilidad tanto en hombres como en mujeres y restaura el deseo y la energía sexual.

Por último, contribuye al tratamiento de la obesidad acompañado de dietas personalizadas.