Revista Cocina
Andábamos un poco escasos de comida y era ya un poco tarde para salir a comprar algo. Teníamos pechugas de pollo y unas latas de tomate triturado que nunca faltan en nuestra despensa. No nos quedaba otra cosa que preparar este plato y sinceramente, una vez lo probamos, nos asombramos un poco ya que con tan poca cosa, unas simples pechugas a la plancha, se convierten en algo más divertido y sabroso. Os lo recomiendo totalmente.
Ingredientes para 4 personas:
2 pechugas de pollo fileteadas
400gr de tomate triturado (1 lata de las pequeñas)
3 o 4 ajos
1 cebolla
1 o 2 cayenas
sal
pimienta
Esta receta más sencilla y rápida de preparar es imposible. Lo único que necesitamos es una sartén y un poquito pan para mojar en la salsa tan exquisita. Lo primero que tenemos que hacer es el pollo y para ello añadimos a la sartén un poquito de aceite para que las pechugas se doren y le añadimos un poco de pimienta, la sal para lo último porque si no se secan. Una vez que están listas, se sacan y se reservan. Ahora comenzamos con la salsa. En la misma sartén añadimos un poco de aceite y los ajos (picados todo lo pequeño que podáis) hasta que se queden doraditos y seguidamente añadimos la cebolla picada y la cayena. Dependiendo lo picante que lo queráis podéis echar 1 o 2 pero tenéis que machacarla previamente para que la salsa coja un poco de gracia. Cuando todo esté casi hecho, añadimos el tomate triturado y removemos de vez en cuando hasta que la salsa haya perdido todo el agua y añadimos sal y pimienta. Servimos en los platos. Como el pollo se os habrá quedado frío, le podéis dar una vuelta en la sartén para calentarlo o también podéis usar otra para hacerlo.
Ingredientes para 4 personas:
2 pechugas de pollo fileteadas
400gr de tomate triturado (1 lata de las pequeñas)
3 o 4 ajos
1 cebolla
1 o 2 cayenas
sal
pimienta
Esta receta más sencilla y rápida de preparar es imposible. Lo único que necesitamos es una sartén y un poquito pan para mojar en la salsa tan exquisita. Lo primero que tenemos que hacer es el pollo y para ello añadimos a la sartén un poquito de aceite para que las pechugas se doren y le añadimos un poco de pimienta, la sal para lo último porque si no se secan. Una vez que están listas, se sacan y se reservan. Ahora comenzamos con la salsa. En la misma sartén añadimos un poco de aceite y los ajos (picados todo lo pequeño que podáis) hasta que se queden doraditos y seguidamente añadimos la cebolla picada y la cayena. Dependiendo lo picante que lo queráis podéis echar 1 o 2 pero tenéis que machacarla previamente para que la salsa coja un poco de gracia. Cuando todo esté casi hecho, añadimos el tomate triturado y removemos de vez en cuando hasta que la salsa haya perdido todo el agua y añadimos sal y pimienta. Servimos en los platos. Como el pollo se os habrá quedado frío, le podéis dar una vuelta en la sartén para calentarlo o también podéis usar otra para hacerlo.