Hoy viajamos hasta Alemania para descubrir un tipo de queso que se está poniendo muy de moda. Se trata del queso quark, una variedad sana que cada vez tiene más adeptos en nuestro país. En Cocinista no hemos querido dejar pasar la oportunidad de probarlo y nos hemos lanzado a investigarlo para poder hacerlo en casa. Pero antes de hincarle el diente, vamos a conocerlo un poco más a fondo. ¿Nos acompañas?
Es una variedad muy cremosa, que puede parecer en ocasiones queso batido. A veces se puede confundir con yogur o con requesón debido a su textura, pero es un tipo de queso. Cuenta con un alto valor nutricional y con bajo contenido en grasas, lo que lo hace muy atractivo en todos los sentidos.
Se suele elaborar con leche de vaca, aunque también se pueden encontrar variaciones con leche de cabra y oveja, pero en menos ocasiones. Para lograrlo se necesitan cultivos lácticos mesofílicos, además de instrumentos como un termómetro y una tela de quesero.
En muchos países suele ser un sustituto de la mantequilla en los desayunos, para convertirlos en más ligeros. Otra manera de comerlo es como parte de salsas en platos salados, dándole un nivel de acidez muy interesante. Un ejemplo sería en este curry de muslos de pollo al estilo korma. Igualmente es un ingrediente muy interesante para elaborar una rica tarta de queso o como relleno de varios dulces.
Para que no os quedéis con las ganas y lo probéis, os dejamos esta receta para hacer queso quark. Es muy sencillo de preparar, cualquiera puede hacerlo. Sólo necesita un poco de tiempo y lograr que se mantenga a una temperatura constante durante varias horas. Además éste es un queso que coge bien los sabores, por lo que en la fase final se le puede añadir hierbas frescas o ajo para darle un toque especial.
¿Cómo lo usáis vosotros? ¿Nos lo contáis?