Revista Cocina
Esta es una de esas recetas que pasan de generación en generación, la verdad es que no es de extrañar, por lo fácil que es de preparar y por lo sabrosa que resulta. La preparaba ya mi bisabuela y mis abuelas, tanto materna como paterna y aunque mi madre dejó de hacerla, he querido recuperarla y compartirla con vosotros, aunque seguro que vuestras abuelas también la preparaban.
INGREDIENTES
1 Kilo de tomates o un bote de 850 gr. de tomate triturado.1 Cebolla.4 Huevos.2 Cucharadas de aceite.Sal, pimienta y azúcar.Pan para acompañar.
1- Pelamos y troceamos los tomates (en caso de utilizar tomate natural) Pelamos y picamos pequeñita la cebolla. Ponemos al fuego una sartén grande con aceite y freímos la cebolla hasta que quede doradita.2- Añadimos entonces el tomate y removemos bien junto con las dos cucharaditas de sal y una de azúcar. Freímos alrededor de una hora o hasta que el tomate esté bien hecho. Rectificamos de sal.3- Ponemos pimienta al gusto y añadimos los 4 huevos, removemos bien hasta que cuajen y listo para servir.
Este revuelto lo podemos tomar frío o caliente, casi que resulta más delicioso en frío, eso sí, siempre acompañado de un buen trozo de pan.