Revista Cocina
Vivir en esta zona te garantiza disponer de una carne de ternera fabulosa, y combinada con níscalos queda realmente exquisita. Seguimos preparando recetas con níscalos y setas de cardo porque es lo que puedo recoger cerca de casa, las setas de cardo se puede decir que cruzando la calle y los níscalos a unos 15 km de distancia.
Para los que no puedan coger setas siempre queda la opción de las conservas, el resultado no es el mismo pero tampoco queda mal.
Para esta receta vamos a necesitar:
1 kilo de ternera para guisar (yo he usado el pez o gansillo) 500 gramos de níscalos 1 cebolla 1 bote de tomate triturado pequeño 1 vaso de vino blanco Una cucharada de piñones 1 diente de ajo 1 ramita de romero Sal, pimienta Harina Aceite de oliva virgen extra
Partimos la carne en trozos o bien se lo pedimos al carnicero, la salpimentamos y la enharinamos, sacudimos el exceso de harina, ponemos a calentar aceite en un sartén (como un dedo de aceite) doramos bien la carne y la reservamos.
Picamos la cebolla bien pequeña, en una olla o cazuela pondremos unas 6 cucharadas del aceite de freír la carne, pochamos la cebolla con un poco de sal hasta que empiece a tomar color, añadimos el tomate triturado y dejamos que se haga lentamente hasta que pierda toda el agua, en este punto pondremos el romero, un poco de pimienta y el vaso de vino blanco, dejamos reducir a la mitad, añadimos la carne, cubrimos con agua o con caldo de ave y dejamos cocer hasta que la carne esté tierna.
En una sartén con una cucharada de aceite doramos los piñones y el ajo, los pasamos a un mortero y los hacemos pasta, reservamos.
Salteamos los níscalos con un poco de aceite, sal y pimienta hasta que empiecen a dorarse, los añadimos a la cazuela de la carne junto con el majado de piñones y ajos, dejamos cocer unos 10 minutos para que todos los sabores liguen y servimos bien calentito junto con unas patatas fritas en trozos grandes.