Pues este año no estoy tan inspirada como otros, de hecho, se me han ido de la cabeza ideas que tenía pendientes de otros años. Pero bueno, llega Halloween y siempre me gusta hacer cositas especiales, que el año pasado un poco más y no hago ni una, llegué justita justita.
Así el otro día me decía uno de mis compis cuando veía las decoraciones que por qué las ponía (le encanta el dulce, pero no los sprinkles): "Jabata, pues anda que no queda para Halloween". Y nada, pues toca explicar que si quiero poner estas recetas en blog pues que tengo que hacerlo con tiempo para que el que quiera pueda prepararlas para ese día.
Y es que esto del blog es así, peor que los centros comerciales con la Navidad, hay que empezar pronto para tenerlo todo listo para las fechas previstas.
Os decía que ando falta de ideas, y así, dándole vueltas recordé que hace mucho que no hacía un brazo gitano (aunque os lo ponga más fino en el título: Cake Roll). Hace tiempo vi uno hecho con té Matcha y me pareció que así conseguía el color verde sin necesidad de colorante y le daba otro saborcito. Y ya pues acompañaba con el naranja y el morado, colores muy típicos de esta celebración en Estados Unidos.
Ingredientes:
* 3 yemas de huevo.
* 3 claras de huevo.
* 1/4 taza de azúcar.
* 1/2 taza de harina para todo uso.
* 2 cucharadas de té Matcha.
* 2 cucharadas de mantequilla derretida.
* 1/2 litro de nata para montar (yo uso de la vegetal).
* Colorantes alimentarios (en este caso, naranja y morado).
Preparación:
- Precalentamos el horno a 220ºC y engrasamos y forramos con papel encerado una bandeja de horno.
- En el vaso de la batidora con las varillas montamos las claras de huevo, cuando ya estén espumosas vamos añadiendo poco a poco la mitad del azúcar que se indica en la receta, hasta que nos quede con picos firmes y brillante.
- Después, también con las varillas, batimos las yemas de huevo con la otra mitad del azúcar.
- Ya a mano y con nuestra lengua pastelera, mezclamos ambas con movimientos envolventes.
- Incorporamos la harina y el té Matcha (ambos tamizados) y la mantequilla derretida y seguimos con nuestros movimientos envolventes hasta que quede todo bien integrado.
- Vertemos la masa en el molde y horneamos durante 10 minutos.
- Una vez horneado, tendremos preparado un paño de cocina humedecido sobre el cual volcaremos nuestra plancha de bizcocho.
- Lo enrollamos con cuidado para que adquiera la forma y lo dejamos enfriar.
- Mientras, montaremos la nata, dividiremos por la mitad y le añadiremos los colorantes alimentarios.
- Ya frío, desenrollamos la plancha de bizcocho. Colocamos la nata montada que habríamos coloreado de naranja. Enrollamos con mucho cuidado.
- Cubrimos con la nata coloreada de morado.
- Decoramos al gusto y dejamos enfriar en el frigorífico al menos 2 horas.
Como veis, no es una receta complicada, ni siquiera necesita de mucho tiempo y si tenéis alguna decoración comestible de Halloween se decora en un pis-pas.
Hala, pues iniciamos la tanda de rectas para esa fecha que a mí me parece tan divertida. No lo puedo remediar, me gusta mucho y me parece una gran oportunidad para hacer cosas diferentes a las de todos los días. A seguir pensando en nuevas ideas, muchos besotes y hasta la próxima receta.