Todas las cosas tienen un principio y un final y a este reto, que tanto amo, le ha llegado su punto y final. Esta vez definitivo. Cuando inicié esta andadura publicando la primera receta, el 3 de febrero de 2014, mi intención era dar a conocer la cocina tradicional del país que fue mi hogar durante 2 años, más allá de lo más conocido como podía ser la pasta o la pizza. Y el objetivo está cumplido.
Llegamos a la edición nº 48 más dos ediciones de Navidad con los que completamos un recetario de cocina regional italiana con 100 propuestas que han sorprendido, gustado y hecho disfrutar a muchas colaboradoras, sin las cuales, no habría sido posible estar 6 años en uno de los retos más longevos que conozco. Con ello estoy más que satisfecha y feliz.
Este reto, en sus tres ediciones, ha sido un ir y venir de gente estupenda y con buen rollo. Algunas cocineras han pasado de puntillas y otras se han quedado en la familia. A todas ellas va mi más sincero agradecimiento 💖💖
Para despedirnos este mes no he enviado recetas sino que he propuesto participar con una receta salada y/o dulce que las participantes no hubieran podido hacer aún, por falta de tiempo, y que les hubiera gustado haber cocinado de entre todas las que les he propuesto en estos años. ¡Y aquí están! Por mi parte he vuelto a lo más básico, a la cocina de toda la vida, el motor de este blog, y me he decantado por una receta, hoy salada, con ingredientes sencillos y de chuparse los dedos.
Ingredientes: 500 g ternera; 1 cebolla; 1 vasito vino blanco; AOVE; 1/2 pimiento rojo; 150 g setas; 150 g tomates; 1/2 cucharadita guindilla molida; 1 cucharadita perejil seco; 1 hoja albahaca fresca; sal; pimienta.
Preparación: Pelar y picar la cebolla. Cortar la carne de ternera en trozos pequeños. Limpiar el pimiento y cortar en daditos. Triturar los tomates en el robot. Cortar las setas en trocitos.
En una cacerola poner una base de aceite a calentar y rehogar la cebolla durante 5 minutos a fuego suave. Añadir la carne y continuar rehogando hasta que coja color. Salpimentar al gusto y añadir el vino. Dejar cocinar a fuego medio hasta que se evapore.
Añadir el pimiento, las setas y el tomate triturado y mezclar bien. Condimentar con el perejil, la guindilla, sal y pimienta y añadir la hoja de albahaca. Cubrir con un vaso de agua y cocinar a fuego mínimo durante 1 hora. Servir bien caliente. Yo lo he servido acompañado de unas patatas panaderas al horno y ha quedado un plato de lujo.
La receta que os propongo viene de Basilicata, una región que no hemos visitado tanto y de la que merece la pena traerse este vitello e funghi (ternera con setas), un plato sin ninguna dificultad que requiere simplemente un poco de tiempo...
Como siempre os dejo la receta original para que la tengáis.
La cucina regionale italiana in oltre 5000 ricette (Alessandro Molinari Pradelli)
Y ahora vamos con las propuestas de las participantes que han querido unirse a esta fiesta final, a todas ellas más que nunca GRACIAS por sus cariñosas palabras y por su apoyo.
Nieves, desde La cajita de Nieves y Elena, ha querido disfrutar de esta riquísima favata sarda que le ha quedado de rechupete
Encarnita, desde El paraíso de los golosos, a pesar de estar muy liada no ha querido perderse el reto y nos trae los spaghetti alle vongole de CampaniaIgualmente Estela, desde La cocina de Estela, se ha decantado por los spaghetti alle vongole y es que es un plato sencillo y muy rico
Cristina, desde Cuinem?, ha elegido el minestrone con il pesto ligure porque en casa les gusta comer de cuchara
Natalia, desde Poesía culinaria - sabores de Nati, nos ha preparado estos pisarei e fasò piacentini para sentir la magia de hacer pasta desde cero como las abuelas italianas
Y finalmente Josefina, desde Josefina en Italia, se ha decantado también por los spaghetti alle vongole para celebrar buenas noticias recibidas en casa
Y hasta aquí hemos llegado con las propuestas saladas del reto. Podéis encontrar todas recopiladas aquí. ¡Ha sido un placer!