Brownie de chocolate blanco con avellanas
Los brownie son populares en Estados Unidos y Canadá.
Por lo que he leído existen numerosas leyendas sobre el origen del brownie, yo me quedo con la historia de que hubo un cocinero que estaba elaborando un pastel pero no tenía suficiente harina, aunque la historia del ama de casa que se olvidó añadir levadura al bizcocho es bastante creíble.
Cuando leáis la receta del brownie, os daréis cuenta de la cantidad de grasa que hay comparado con la cantidad de harina.
Bueno pues gracias a quién sea que inventó el brownie, hizo posible que probáramos esta delicia.
Ingredientes;
160 gramos de azúcar glass
3 huevos
160 gramos de mantequilla
100 gramos de harina de repostería (floja)
160 gramos de chocolate blanco
80 gramos de avellanas
c/s mantequilla para engrasar el molde
Precalentamos el horno a 200ºC.
Batimos los huevos a punto de bizcocho, a mitad batido sin parar añadimos el azúcar. (Podemos ayudarnos de una batidora de mano)
Cuando blanqueen y espesen, añadimos la mantequilla derretida poco a poco mientras removemos con una varilla.
La mantequilla debe estar entre tibia y temperatura ambiente.
Cuando la mantequilla esté integrada del todo añadimos la harina previamente tamizada.
La añadimos poco a poco mientras con una lengua removemos con movimientos envolventes.
Añadimos el chocolate y las avellanas cortadas a trozos pequeños sin llegar a estar picado.
Lo integramos todo en la masa poco a poco, haciendo los mismos movimientos que cuando añadíamos la harina.
Vertemos la mezcla en el molde previamente engrasado con un poco de mantequilla o con papel de horno.
Agitamos suavemente el molde para que la masa se aplane y se iguale por todos los lados.
Horneamos entre 30-35 minutos a 180ºC.
Comprobamos la cocción introduciendo un palillo, si sale limpio está listo.
Lo dejamos enfriar un poco en el mismo molde, luego lo dejamos sobre una rejilla pero con mucho cuidado.
El brownie se puede romper con muchísima facilidad porque queda muy jugoso, a la hora de moverlo hacedlo con muchísimo cuidado.
Espolvoreamos un poco de azúcar glass por encima y es perfecto para merendar o como postre bien caliente acompañado de un poco de helado.