Todos los meses la Repostera Jefe se elige por sorteo, pero en esta ocasión le concedí directamente este título por ser la segunda opción más votada en el reto aniversario del mes pasado.
Y bueno, Magdalena eligió como destino Rusia. Uffff volver a cargar ropa de abrigo en las maletas y de diccionarios. Pero no ha sido impedimento, aquí tenéis nuestra propuesta.En esta ocasión ha sido nuestra compi Laura la que directamente se ha encargado de presentarnos este rico dulce ruso. Veamos lo que nos cuenta:Este mes nos toca viajar a la lejana Rusia, y mi aportación esta vez para el reto son los Blinis.El blini es una tortita muy similar al pancake o crepe. Es muy común en la cocina rusa. Esta hecho con harina, huevos, leche y levadura, y puede cocinarse cocida en el horno o frita, y comerse, con o sin relleno alguno. Se la puede acompañar tanto con dulce como salado, pero yo como siempre, calorías al cuerpo.Los blinis son un alimento muy antiguo, vinculado a los pueblos eslavos desde la época precristiana; por su forma circular y su color dorado eran asociados con el Sol, y por eso constituían uno de los platos principales de las fiestas paganas de Maslenitsa -una fiesta que celebra el fin del invierno equivalente al carnaval- y de Kupala -el solsticio de verano o fiesta de San Juan.Y luego solo es cuestión de rellenar al gusto.Espero que os guste mi propuesta con nutella y plátano, y nutella y fresas.Ingredientes:100 gr. de harina de trigo
1 cucharadita de sal
15 gramos de levadura fresca (de panadero)
200 ml. de leche
1 huevo
Aceite de oliva suave.
Elaboración:
En un cuenco poner la harina y la sal. Calentar un poco la leche y disolver en la mitad de la leche la levadura, después añadir el resto de la leche y mezclar.
Separar la yema del huevo, la clara reservarla. Agregar la yema a la harina e incorporar la leche, mezclar con las varillas. Cubrir la mezcla con film transparente y dejar reposar una hora.
Después montar la clara a punto de nieve e incorporarla a la masa, mezclar con suavidad.
En una sartén, engrasada con aceite y a fuego medio, verter con un cucharón la masa. Cuando se despegue la masa por los lados darle la vuelta.
Y luego solo es cuestión de rellenar al gusto.