¡¡Al ataque, Calderer@s!!
Qué ilusión me hace el reto de El Asaltablogs de este mes. ¿Que por qué? Pues porque asaltamos al blog de Elvira Porcel, Así se come en Granada, ¡mi ciudad!
En este blog encontraréis platos tradicionales de la cocina típica de nuestra tierra, como la receta de calabaza frita que me he llevado yo como botín, y también platos innovadores que juegan con los ingredientes tradicionales desde un enfoque más moderno.
La verdad es que en un principio, había pensado mangar la tortilla de berenjenas, jamón cocido y queso, o los espaguetis que atraviesan salchichas, pero poco a poco, me sorprendí a mi misma varias veces pensando en la receta de calabaza frita, y en como podía adaptarla a mis gustos, reduciendo la cantidad de carne, y experimentando a la vez con otra forma de comer calabaza.
Como tenía una calabaza todavía de la cosecha del año anterior, me pareció la oportunidad perfecta para gastarla. Y este ha sido el resultado: un plato que a pesar de las calorías, cae en el estómago mucho más ligero de lo que parece y tiene un sabor arrollador. Casi, casi me atrevería a decir que se ha convertido en una de mis recetas de calabaza preferidas!
Ingredientes: (2 personas)
- 1 calabaza pequeña
- 2 lonchas de bacon
- 6 rodajas de chorizo
- 2 dientes de ajo
- 1 pimiento rojo seco
- 2 o 3 ramas de orégano fresco
- 1/2 vasito de vino
- pimentón dulce
- sal
- aceite de oliva
- 2 huevos camperos (opcional para acompañar)
Elaboración:
En primer lugar, quitamos la cascara de la calabaza y las semillas del interior. Cuidado al hacer esta operación que es fácil que se nos vaya el cuchillo por la diferencia de dureza entre la corteza y la piel. Cortamos la carne de la calabaza en cubos de 1 o 2 centímetros de grosor.
A continuación, ponemos al fuego una cazuela de barro con un chorreoncito de aceite de oliva donde doraremos los ajos enteros y el pimiento rojo seco. Tenemos que tener cuidado de que no se nos queme el pimiento, y que los ajos queden dorados y bien hechos por dentro sin tostarse demasiado.Cuando estén listos lo pasaremos todo a un mortero donde lo trituraremos junto con el orégano, pimentón rojo y sal al gusto.
Es el momento ahora de picar en trocitos pequeños las dos lonchas de bacon y cortar nuestras 6 rodajas de chorizo (3 por persona). En la misma cazuela donde hemos dorado los ajos, salteamos el bacon y el chorizo.Sí, sé lo que estáis pensado. Yo también creía que iba a ser todo muy grasiento cuando vería el bacon y el chorizo en el aceite, pero increíblemente no es un plato que de la sensación de ser graso. La calabaza absorbe esta grasa y cuando lo estás comiendo no te cae en el estomago como un alimento grasiento, si no todo lo contrario, como un guiso de verdura con un sabor extraordinario.
Cuando el bacon esté bien hecho, añadimos la calabaza a la cazuela y dejamos cocinar unos 10 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue y mezclar bien todo el guiso. La calabaza poco a poco irá perdiendo el agua que la compone y se irá desmigando. Será entonces momento para añadir el vino y el contenido del mortero, y dejar cocinando a fuego lento 5 minutos más. Cuando el vino se haya consumido, apagamos el fuego y dejamos reposar el guiso mientras freímos un huevo frito para cada persona. Este acompañamiento es opcional, pero os aseguro que le va perfecto.¡Y ya tenemos lista nuestra calabaza frita!
Os digo que está bueno no, lo siguiente. Un caprichazo anti-operación bikini que de vez en cuando también viene bien. ;) Y por supuesto, ¡no os olvidéis la barra de pan! ¡Jajajaja!
¡Que aproveche Calderer@s!
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