Hace dos fines de semana, tuve la suerte de visitar Requena, invitado por la Denominación de Origen Utiel Requena, para conocer la uva Bobal y los vinos que se elaboran con esta variedad, hasta ahora conocida sobre todo como uva mejorante, (para dar color o sabor a otros vinos) y que se está abriendo hueco entre los vinos de calidad, gracias al trabajo de muchos bodegueros que hacen un gran trabajo con este estupendo material.
La uva bobal, es una uva con especiales notas de acidez, taninos y color, que se ha venido usando más para hacer granel y para coupages con otras variedades para aportar su color y características, pero que hoy en día, tiene un reconocimiento y prestigio, aunque no tanto a nivel del gran público, como el que tiene entre expertos y entendidos.
Al llegar a Requena, nos instalamos en el Hotel Paraje San José, y recibimos la documentación y una primera charla informativa, del Presidente de la D.O, José Luis Robledo, y de Daniel Exposito, que nos introdujeron en las características de la uva Bobal, para pasar a continuación a probar una cata ciega de distintas variedades de vino, maridada con unos pinchos, que nos sirvieron como primer contacto con estos vinos. Ya pudimos descubrir algunas de las variedades que prometían mucho.
De ahí nos dirigimos a visitar las Cuevas de la Plaza de la Villa y la Torre y Puerta del Angel, donde vimos como se almacenaba el vino en épocas remotas y paseamos un rato por las calles descubriendo la belleza del municipio de Requena y su riqueza histórica. Después comimos todos juntos en compañía de los representantes de la D.O Utiel-Requena, y fuimos a la localidad de Utiel, a la sede del Consejo de la D.O, conocido como el Museo del Vino o la Bodega Redonda, donde seguimos conociendo más sobre el vino de la zona, y pudimos ver su impresionante colección de objetos relativos a la viticultura, y su colección de botellas, que veís en la foto siguiente.
En la misma sede de la Bodega Redonda, pasamos después a disfrutar de una Cata de vinos en la que las bodegas participantes, nos presentarons sus mejores caldos. Me gustaron especialmente, entre otros, los de Chozas Carrascal (Las tres, las Cuatro, y las Ocho y su excepcional Cabernet) y el de José Luis Torres, con su estupendo monovarietal de Bobal Olivastro entre los tintos y el rosado Al vent de Bodegas Coviñas como rosado.
También disfruté muchísimo de los cavas, que me sorprendieron por su calidad. Ni que decir tiene que aprendimos enormemente de la cata, y que en ese ambiente distendido, fue un gusto compartir viaje con algunos blogueros que conocíamos de otros eventos, y desvirtualizar a otros, a quienes teníamos muchas ganas de conocer.
A continuación fuimos a ver una excavación arqueológica en la Solana de las Pilillas, unas pilas de granito, para prensar vino de la época de los romanos que constituyen una de las más antiguas explotaciones conocidas de la industria del vino y que nos explicó nuestra guía con todo lujo de detalles. (Tenéis imágenes en el segundo fotomontaje de esta entrada)
De ahí salimos hacia un lugar muy peculiar, las Bodegas de las Cisternas o Sisternas de Cabilderos, donde pudimos cenar, tras visitar un curioso museo rural, en el que exhibían una curiosa colección de objetos, antiguedades, joyas y objetos de todo tipo, que calificaría como interesante y divertida, donde pusimos fin a la intensa jornada.
A la mañana siguiente, nos dividieron en dos grupos y cada uno fue a visitar unas bodegas. A mí me toco visitar Chozas Carrascal, una bodega pequeña de calidad cuidadísima, en trámites de convertirse en Pago o Chateau, y como contraste, después visitamos Coviñas, una enorme bodega de base cooperativa.
En Chozas Carrascal, tuvimos la suerte de que el dueño, Julián López, conectase estupendamente con nosotros, y nos ofreció probar otros vinos más jóvenes, ya que ya habíamos probado sus primeras marcas la tarde anterior. También nos dio a probar dos vinos dulces, uno blanco hecho en una pequeña bodega que tiene en Francia (el Domaine Perna Batut), que me pareció excepcional y que recomienda para disfrutar con patés, y otro tinto dulce llamado El Dulce de Chozas Carrascal que se ha creado para tomar con los postres, en especial con chocolates, que nos entusiasmó a todos.
También pudimos probar una botella de cava brut nature, que nos pareció excepcional, con una presencia de vino muy marcada sobre el carbónico, y que nos gustó tanto que haremos lo posible para disfrutarla de nuevo. Nos fuimos felices, muchísimas gracias por tu atención, Julián.
En Coviñas, vimos el proceso de clarificación del vino, los laboratorios para los análisis de acidez, y probamos también el cava y los rosados. Fue un placer escuchar las explicaciones de su responsable, que nos acompañó durante la visita y nos ofreció una estupenda cata de sus variedades.
Tras la comida (que hicimos con agua porque luego tocaba conducir), ya de regreso en el hotel, nos hicimos las fotos de rigor, nos abrazamos y emplazamos para cuando volvamos a coincidir en algun blogtrip, y regresamos cada uno a su ciudad.
Fue un placer participar en este evento, aprender más de la uva Bobal, y disfrutar de los estupendos vinos que se hacen en la zona de la D.O. Utiel Requena, que desde hoy, con más conocimiento, valoraré mucho más. Mil gracias a Carolina por la organización, a Ana del blog Cocina con poco por contar con nosotros, y a José Luis Robledo de la D.O. por apostar por los bloggers, y un abrazo especial para todos los que asistieron y nos aportaron su buen humor y su compañía.
Y para que veáis el futuro que nos espera... estas fotos de los racimos madurando en las viñas que serán parte de la próxima cosecha.
Mañana regresaremos con una receta fresquita para este verano caluroso. Hasta entonces, como siempre... Sed felices,
Revista Cocina
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