¡Y seguimos con el reto CRI! Tal y como os contaba ayer, la propuesta de este mes tiene que ver con la región de Emilia-Romagna y el dulce que me apetecía compartir con tod@s vosotr@s son estas chiacchiere. Os va a sorprender porque aparentan ser crujientes pero luego son tiernas tiernas...Vamos a ver la receta y luego os cuento un poquito. Yo he escalado los ingredientes porque si no ¡podría estar comiendo dulces una semana yo sola!
Ingredientes: 200 g harina; 40 g azúcar; 1 huevo entero más 1 yema; 25 g mantequilla; 1 cucharada moscatel (o cualquier otro licor al gusto); sal; aceite; azúcar glas.
Preparación: En un bol grande colocamos la harina tamizada, añadimos una pizca de sal, el azúcar, los huevos, el moscatel y la mantequilla blandita y trabajamos con las manos hasta obtener una masa que no se pega a las manos. Sacamos del bol, enharinamos la superficie de trabajo y continuamos trabajando la masa durante 5 minutos más hasta que quede lisa. Envolver en film transparente y dejar reposar durante 30 minutos en un lugar fresco y seco.
Para preparar las chiacchiere yo he divido la masa en dos (mientras trabajamos una parte la otra la mantenemos envuelta en el film para que no se seque). Estirar la masa con la ayuda del rodillo hasta obtener una película bien fina. Cortar cuadrados de unos 3 x 6 cm y practicar dos cortes en cada cuadrado. Estiramos la otra parte de la masa de igual modo y cortamos tiras de 2 x 15 cm y las anudamos. De esta forma tenemos dulces con distintas formas...más divertido ¿no?
Calentar abundante aceite en un cazo (a modo de freidora) y cuando esté caliente freir poco a poco las chiacchiere hasta que estén doraditas por ambos lados. Sacar y dejar sobre papel absorbente para eliminar la mayor parte de grasa. A la hora de servir espolvorear generosamente con azúcar glas. ¡A disfrutar!
Aquí las tenéis listas :-)
Y aquí antes de freír
Las chiacciere (pronúnciese kiákere), también llamadas bugie ("mentiras"), frappole, sfrappole...son un dulce típico de carnaval y ésta es la receta de Bologna, capital de la región de Emilia-Romagna por la que paseamos este mes. Podríamos traducir este dulce como "charlitas" ya que en italiano la palabra chiacchierare (o, mejor aún, la expresión fare due chiacchiere) significa charlar. ¿A que mola el nombre?
Por si queréis preparar una buena cantidad ya que estos dulces se comen como si nada, aquí os dejo la receta tal cual está en el libro.
Pues hasta aquí mi versión de este dulce que os va a encantar. Y ahora vamos con la contribución de las participantes que se han animado a seguir acompañándome en esta aventura culinaria. ¡GRACIAS!
Mi querida Nieves, del blog La cajita de nieveselena, nos trae su versión de este dulce que dice que está rico no, ¡lo siguiente!
Mi prima Mar dice que la vena árabe-oriental le puede así que ha utilizado brandy, ajonjolí y matalauva que le da un toquecito rico, rico...¡Seguro!
Anna, del blog Retalls de cuina, me manda esta maravillosa versión del dulce acompañado de su copita...¿que más se puede pedir?
¿Y qué me decís de estas preciosas flores que me envía Rosi, del blog Mi mundo pinkcake? ¡que maravilla!
Pues ahora si nos despedimos hasta el mes que viene, que volveremos con más ganas y nuevas recetas tradicionales. Recordad que si queréis participar tenéis las instrucciones haciendo clic en el logo. ¡Un besito!