Revista Cocina
Con esta receta participo en el reto de Color y Sabor de Temporada del mes de Febrero de 2016.
El apio es una plata que se recolecta en invierno y primavera, pero se puede comprar durante todo el año.
Los caldos y las ensaladas ven realzado su sabor con esta hortaliza, que también cuenta con numerosas propiedades terapéuticas. Es rico en agua y pobre en hidratos de carbono, por lo tanto es ligero y muy poco calórico. aunque posee numerosas vitaminas, su aporte es bajo y no merece especial mención, en cambio si es de destacar su aporte en minerales, como el potasio, el fósforo, el sodio, el calcio y el magnesio, sustancias que ayudan al buen funcionamiento del sistema nervioso, cardiovascular y motor, es un potente diurético y depurativo.
El apio además de utilizarse en zumos remineralizantes, casa bien con quesos azules y frutos secos en ensaladas. Es un alimento casi indispensable en caldos de verduras y carnes.
Ingredientes:
2 ramas de apiouna cebolletaun puerrouna patataun litro de caldo de pollo casero 120 gr de queso ralladoaceite, sal y pimientaun vasito de nata
Preparación:
Lavar las ramas de apio, quitar las hebras y trocearlo.Pelar la cebolla y el puerro y trocearlos en trozos pequeños.Pelar la patata y cortarla en trozos pequeños.
En una cacerola con unas cucharadas de aceite, sofreír el apio, los puerros y la cebolla, cuando estén dorados, incorporar las patatas y rehogar todo junto 5 minutos más.
Verter el caldo, salpimentar y cuando empiece a hervir, cocer durante 20 minutos a fuego medio.
Apagamos el fuego, añadimos la nata y trituramos con la batidora y reservamos.
Para hacer los crujientes de queso, repartir 4 montoncitos de queso sobre la bandeja de horno forrada con papel sulfurizado y hornear a 180 grados durante 15 o 20 minutos. Dejarlos enfriar antes de manipularlos.
También se pueden hacer en el microondas de uno en uno, dándole tiempo poco a poco hasta que se vean crujientes.Servir la crema muy caliente acompañada de los crujientes de queso.