Logroño y sobre todo la calle Laurel y sus aledaños se han puesto de moda por sus tapas. Esto como todo en la vida tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Las buenas que sabes que si vas a allí vas a poder probar unos pinchos de lujo paseándote por los diferentes bares y catando sus especialidades. Además, sabes que siempre vas a encontrar un buen ambiente. Los contra que hay muchos lugares que se han subido a la parra con los precios y sale bastante más caro que ir a otras ciudades españolas.
Como ya os he explicado en alguno artículo en lo que a tapas se refiere hay dos tipos de ciudades, las que te sirven tapas gratis por la consumición que pides como pueden ser León o Granada, o aquellas donde tienes que pagar la tapa como Donosti, Santander, Valladolid o el mismo Logroño.
Comenzamos nuestra andadura por Los Rotos, si os gustan el pan y los huevos este es vuestro lugar. Sirven unos bocadillos pequeños con huevos revueltos que los puedes acompañar con lo que tu quieras, gulas, setas, Cabrales… Lo mejor el precio que cuestan 2,90 euros y sales bastante saciado. También os recomiendo que probéis el pincho de solomillo con queso de cabra, patatas (caseras) y pimientos del padrón, por tres euros. Las patatas bravas estaban muy ricas, aunque se parecían más a unas mixtas, así como las croquetas de bacalao.
Uno de los aperitivos que más vais a ver en las barras de Logroño es el morro, algo que no es tan frecuente en otras ciudades españolas. Por los comentarios de varios foros fuimos a probar el del bar Charly, ubicado en la calle Laurel, 3. La verdad es que estaba bastante rico, pero no me pareció nada especial.
Otro de los clásicos que se encuentra en la Travesía de Laurel, 2 es el Soriano, donde su especialidad son los champiñones a la plancha. Te colocan en un pincho tres champiñones a la plancha sobre un trozo de pan. Me pasa lo mismo que en el anterior, que estaba bueno, pero no me pareció nada del otro mundo. Por ejemplo me gustan más los del Mesón del Champiñón de Madrid o “El Champi” de la calle El Tubo de Zaragoza. Cerca de este local se encuentra El Perchas, que me recomendaron encarecidamente para que probará su riquísima oreja, pero por desgracia nos acercamos dos días y estaba cerrado.
Si buscáis algo más moderno, podéis acercaros a El Muro. Te ofrecen pinchos menos tradicionales y más elaborados, aunque claro eso se paga. Probamos unas bombas de queso con bastante sabor o un Ferrero roche de morcilla rebozado en almendras. El coste de este último pincho era 2,40 euros, me pareció demasiado caro para el producto que ofrecían, ya que en Burgos probé un pincho similar por casi la mitad de precio. También había cazuelitas de caracoles por seis euros y nos las llegamos a catar, porque me pareció lo mismo demasiado caro.
Nuestro periplo acabo en la calle de San Juan, donde también hay numerosos bares donde degustar diferentes pinchos. En este caso entramos en el establecimiento Tenessi, donde probamos una rica oreja rebozada, unas setas a la plancha y una deliciosa zapatilla de jamón. Si vais a Logroño debéis tener en cuenta que los bares cierran a las 16.00 o 16:30 y a las 00:00 o 00:30 horas, por lo que no podéis estar toda la tarde de vermú como era nuestra intención.