Hace unos tres años estuvimos comiendo en La Máquina de Lugones y pretendíamos buscar la mejor fabada de Asturias. Desde entonces, por unas cosas o por otras, dejamos aparcada nuestra búsqueda hasta el pasado Puente de la Constitución, en el que quisimos aprovechar nuestra estancia en Asturias para visitar el otro clásico de la fabada por excelencia: Casa Gerardo. Ubicado en Prendes, a mitad de camino entre Gijón y Aviles, desde fuera, es un bar de carretera, pero que alberga más de 130 años de historia y donde cocinan ya la 4ª (Pedro Morán) y 5ª generación (Marcos Morán) de la saga familiar, que están al pie del negocio y pasan por las mesas para escuchar opiniones y asesorar en lo que sea menester.
Yo tenía muy claro que quería fabada. Sólo fabada... pero mis acompañantes, al ver que había dos opciones de menú degustación, consideraron que, ya que estábamos ahí... y yo, un poco a regañadientes, tuve que aceptar, ya que como habitualmente en estos casos, el menú era para mesa completa. Mi gran temor era encontrarme con un cuenquín con 4 fabes y una esquinina de cada carne del compango, pero ¡qué equivocada estaba! Una vez pasado por ello, os recomiendo que no dejéis de probar el menú degustación. Tiene auténticas delicias, tratadas con una exquisitez inigualable y de colofón, ¡platazo de fabada con opción a repetir! A mí, se me saltaban las lágrimas...
Los menús eran el "Prendes", más amplio y de 100 €/pax y el "Carreño" por 60 €/pax. Nos decantamos por el segundo, más corto.
Mientras debatíamos y nos poníamos de acuerdo, nos sirvieron un caldito para entrar en calor. Con el día que hacía, se agradeció.
El menú en cuestión se desglosaba:BIENVENIDA01. Cóctel: manzana con sabor a blodymery
SNACKS02. Bocadillo crujiente de quesos, solo para una comensal ya que el resto avisamos de que no comíamos queso
03. Aceituna del vermú: rellena de gelatina de Martini04. Consomé especiado de bonito seco: Psé... parecía alguna sopa estilo japonesa. Pasó sin pena ni gloria
05. Salazón de la casa... de pitu caleya: visualmente, era una mojama.
06. Rollito de pepino y anguila: Muy rico y fresco
07. Croquetas del compango: jugosidad de las croquetas asturianas y muy sabrosas... Afortunadamente, tocábamos a dos por comensal.
EL MAR Y EL HUERTO08 . Chopa . Nabo: Un ceviche magnífico, con leche de tigre. Posiblemente el mejor plato lo devoramos de tal modo que se nos olvidó fotografiarlo.09 . Ostra . Verduritas: Ostra XXL escabechada. Muy rica.
PRODUCTOS y SABORES10 . Quisquillas al natural: Con una sopa, donde se infusionaban. ¡Magnífica idea!
11 . Un pez. Salmonete: limpísimo y exquisito
TRANSICIÓN CÁRNICA12 . Una carne. Papada: De entrada, el plato nos asustó un poco, por si era una fabada "versionada". Respiramos al ver que no.
TRADICIÓN SIN COMPLEJOS 113 . La fabada: La reina de la casa y del menú. Como ya indicamos, cantidad al gusto del consumidor (como debe de ser en Asturias). Faba muy suave y plato nada pesado. La única pega es el ligero regusto a mantequilla que tenía, que la diferencia de las tradicionales. Aún así, la disfrutamos enormemente y sus carnes estaban exquisitas.
DULCE & ÁCIDO14 . Cóctel margarita. Manzana con sabor a tequila
15 . Cítricos: Helado de mantequilla con salsas cítricas
TRADICIÓN SIN COMPLEJOS 216 . La crema de arroz con leche: Pues si la fabada es la reina de la casa, el arroz con leche es el rey. Ración también inmensa y, en caso de que no te guste, te ofrecen alternativa. En mi caso, me decanté por la torrija. Magnífico cierre.
Creo que hay que destacar el magnífico servicio que recibimos durante toda la comida. El salón donde estábamos era de 4 mesas de 4 - 6 comensales y todo el salón estuvo perfectamente atendido por un único camarero que se encargaba de la presentación de los platos y prestar atención que no faltara de nada.
Al final, salimos con las tripas bien llenas y muy muy contentos. La cuenta, con bebidas, una botella de Burdeos Domaine de Courteillac y cafés fue de 286 euros para cuatro, un gran precio para todo lo que comimos y para un Estrella Michelín.