Revista Cocina
Hoy tocó hacer los honores al primero de los caldos gallegos que hicieron el viaje desde Cee. Este fue recomendación y obsequio de José Luis, y ha sorprendido gratamente.
Hace poco que estoy redescubriendo la DO Ribeiro. O mejor diría descubriendo, porque nunca profundicé en ella, más allá de los típicos blancos facilones y algún tinto de supermercado. Y si las cosas van a ir por donde marca este vino, le auguro un futuro prometedor.
El vino en cuestión es el Finca Teira 2008 (DO Ribeiro; Tinto joven; Caiño longo, Sousón y Brancellao; Manuel Formigo de la Fuente). Un tinto joven de bonito color picota, con ribetes violáceos y capa media-baja. Aromas de buena intensidad, agradables, con mucha mucha fruta roja en primer plano, algo de flores y quizá ¿regaliz?; una nariz muy agradable. En boca es muy sabroso, con una acidez viva que hace que apetezca más, y con un final no muy largo donde se nota una cierta rugosidad verde, que no llega a ser en absoluto desagradable.
Un vino que muestra una juventud y un nervio deliciosos, que ha sido una grata sorpresa y nos ha gustado mucho. Repetiremos.
La cosa terminó probando una curiosidad de Bodegas Agro de Bazán, una ocurrencia de Manuel Otero. Un blanco de vendimia tardía 100% Albariño. Un otoño excepcionalmente seco hizo que se dejaran sobremadurar unos racimos, que se vendimiaron en Diciembre de 2007. De esa idea nacieron unos 1000 litros de Agro de Bazán Derradeira Vendimia. Un vino muy curioso, con un precioso color dorado claro con reflejos dorados brillantes. Aromas intensos, complejos y elegantes, con fruta blanca madura, flores, notas cítricas y un punto dulzón. En boca tiene una acidez viva, quizá pelín excesiva, aunque quiere asomar el azúcar, y notándose algo de carbónico; largo e intenso final. Es el segundo albariño de vendimia tardía que pruebo, y me resultan muy curiosos, agradables e interesantes.