Día 10 y volvemos con una nueva iniciativa de nuestras amigas de La Cocina Typical Spanish y esta vez se les ha ocurrido la genial idea de cocinar con unos de los productos más otoñales: las setas y hongos. A mi, personalmente, me encantan y en mi nevera siempre hay...pero de lo que encuentro en el supermercado holandés.
La receta que quería cocinar la tenía muy clara y se ha ido haciendo más especial conforme han ido pasando los días. Porque la entrada de hoy es una de las más difíciles que he escrito y, a la vez, más cargada de esperanza. Yo tenía muy claro que quería hacer mi particular homenaje a una tierra que aprendí a querer y que fue mi casa durante 10 años: Cataluña.
Viviendo lejos de España, estos días han sido muy duros y tristes para muchos, para mi también. Soy holandaluza y española, ya lo he dicho mil veces, y siento a mis paisanos catalanes como lo que son, mis hermanos, más allá de cualquier ideología política. Por suerte para mi, tengo una familia internacional con sobrinos holandeses de origen surinamés, sobrina española con origen italiano, cuñada brasileña y hermanos españoles y holandeses. Nos consideramos ciudadanos del mundo y no puedo, sinceramente no puedo, entender que en un mundo global donde todos somos hermanos, alguien quiera levantar más fronteras.
Después de tanta sinrazón, de tanta tristeza, hace unos días se encendió una luz de esperanza. Tuve el privilegio de asistir, a través de las RRSS, a la solidaridad más pura por parte de la ciudadanía volcándose con sus hermanos catalanes. Ha sido muy muy emocionante ver que la gente saca lo mejor de si mismo para apoyar a quienes durante mucho también se han visto coartados en su libertad. Así que con el corazón lleno de alegría y lágrimas de pura emoción me puse a cocinar esta receta típicamente catalana.
Aunque su origen se encuentre en el fricandeau francés, la versión catalana se remonta a 1767 y, en la actualidad, es uno de los platos con setas más famosos de la gastronomía catalana. Dicen los expertos que las mejores setas para utilizar en esta receta son los rossinyols de pi pero, en mi caso, me he tenido que conformar con una mezcla de setas variadas como las que os muestro:
La receta original, que he extraído de aquí, lleva vino blanco pero yo, para darle un toque he utilizado un poco de vermut casero catalán que me quedaba. Además, como soy una apasionada de las hierbas y especias, le he puesto tomillo y romero que creo que le va muy bien.
Ingredientes: 400 g ternera; 350 g setas; 1 cebolla; 200 g tomates en dados/salsa; 1 vaso vermut; 2 vasos caldo de carne; sal; pimienta; tomillo; romero; harina.
Preparación: Cortar la ternera en dados pequeños, salpimentar y enharinar. En una sartén con un fondo de aceite ir friendo la carne por todos lados hasta que tome color. Sacar y reservar. Reservar el aceite.
En una cazuela poner unas cucharadas de aceite y sofreír la cebolla pelada y picada junto con el tomate (yo he usado un bote de tomate natural en dados junto con su salsa) a fuego suave durante unos minutos.
Añadir la carne rehogada junto con las setas cortadas y mezclar bien. Salpimentar y añadir el tomillo y romero.
En el aceite de hacer la carne añadir el vermut para recuperar todo el sabor y añadir a la cazuela dejando cocinar unos minutos. Finalmente añadir el caldo, remover y dejar cocinar a fuego suave durante 45 minutos. Apagar y dejar reposar tapado durante 5 minutos.
Yo lo he acompañado de patatas fritas y está de mojar pan y no parar...
Pues con esta receta cargada de emociones participo en la iniciativa #tiranmas2setasTS y me voy a ver que han hecho mis compis de reto.