Habitualmente, cuando hacemos algún tipo de guiso, nos suele sobrar algo de salsa y muchos no saben el potencial que tiene esa salsa para otros platos. Al margen del sabor que nos puede proporcionar, en tiempos de crisis es más necesario que nunca el viejo adagio de la cocina “aquí no se tira nada”, pues eso.
Ingredientes Carne de cerdo troceada
Champiñones, Ajo, cebolla, zanahoria, sal, pimienta, guindilla
Vino blanco
Patatas en dados para acompañar
Hace unos días me preparé un riquísimo rabo de toro (http://parayantar.blogspot.com.es/2013/03/rabo-de-toro-o-lo-que-sea.html?m=0) . Si bien en otras ocasiones lo había hecho con vino blanco, en esta lo hice con vino tinto, respetando así la receta original. Pues bien, me sobró bastante salsa que una vez congelada, me ha servido para usar en esta ocasión, dándole al plato un sabor extra.
La salsa la había hecho con verduras (cebolla, pimiento amarillo, ajo) y vino tinto y una vez hecho el rabo había pasado todos los ingredientes por una batidora y un chino para que la salsa estuviera muy fina.
El plato de hoy lo comenzamos con casi siempre, sellando la carne en una cazuela con un poco de aceite hasta que esté dorada y en ese momento la reservamos en una fuente. Luego preparamos un sofrito rico. Ajo, cebolla (hasta que se quede blanca), luego la zanahoria y la guindilla. Le ponemos un poco de vino blanco y dejamos que casi se consuma. Cuando casi está sin líquido el sofrito, le ponemos los champiñones cortados a la mitad, para que el bocado que nos echemos sea lo suficientemente contundente. Mezclamos todos los ingredientes y le ponemos la carne. Unos cuantos meneos para que se junten los sabores y le ponemos la salsa que habíamos reservado. Cubrimos con un poco de agua y dejamos que se haga a fuego lento unos 35 minutos.
A la hora de comer sólo hay que freír unas patatas cortadas en dados y disfrutar.